1. Aventuras y desventuras húmedas: Tercera etapa (Fin)


    Fecha: 06/10/2024, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... ojo.
    
    —Salido… —le dio un pequeño golpe en el hombro, pero dejó abierta la puerta a esa opción.
    
    —Entonces, ¿mañana quieres ir a ver la casa de mis abuelos?
    
    —Por mi bien. —no le parecía mala idea, era un lugar donde Sergio había pasado buena parte de su infancia y vacaciones. Conocer más cosas de su chico siempre la gustaba.
    
    —Me alegro, cariño. —un beso en la frente, dulce y tierno como a ambos les encantaba. Había momentos para la lujuria y para el amor, algo que se sincronizaba de maravilla— Qué duermas bien, te amo.
    
    —Y yo.
    
    El sueño no fue del todo gratificante, las pernoctaciones en casa ajena nunca suelen serlo. Aun así, pronto salió el sol y casi sin darse cuenta de cómo había llegado allí, ya estaba en dirección a casa de los abuelos, con Mari, Carmen, Carol. Sergio al volante recorría los pocos kilómetros de distancia.
    
    Sonrió pensando en lo irónico y curioso que parecía que las tres mujeres de su vida estuvieran reunidas en un pequeño espacio. “Quizá me falté Marta” acabó por reírse de forma nasal, de Alicia, prácticamente se había olvidado.
    
    Aparcó delante de la puerta, viniéndole a la memoria el momento con Carmen tan apasionado y esperando que hubiera arreglado el cabecero que reventaron. Con la mano de su chica bien aferrada se encaminaron a la entrada. Su tía sacó las llaves y abrió la puerta con rapidez.
    
    Todos pasaron uno por uno, parándose ambas mujeres en la escalera mientras Sergio veía como Carol cerraba la puerta en último lugar. ...
    ... Echó la llave, quitándola después y dando dos pasos donde su chico.
    
    Sergio estaba mirando a su tía y su Madre, tan parecidas y a la vez tan diferentes, seguían siendo dos diosas de la belleza. Sobre todo Mari que había dado un gran cambio desde que trabajaba, ahora se cuidaba en todo sentido, Carmen seguía en su línea de perfección, sin variar.
    
    Algo las pasaba y el joven se percató. Tenían una mirada diferente, escondiendo algo que él no sabía, le miraban con media sonrisa desde lo alto mientras sus ojos azules destilaban una curiosidad que casi tenía olvidada.
    
    Podría preguntarse muchas cosas, quizá perder el tiempo en suposiciones, pero no le dio tiempo, Carol le dio la respuesta. Desde su espalda dos brazos le sujetaron, uno dejando la mano en su pecho y otro a la altura de su bajo vientre. Sintió el beso tierno en el cuello que le daba su novia y en un futuro su esposa. El vello de todo su cuerpo se erizó al momento.
    
    Carol conocía muy bien ese punto y solo lo usaba en situaciones muy concretas. Volvió a sentir otro beso, este más profundo con un pequeño mordisco mientras su tía y su madre miraban atentas. Giró el rostro algo desconcertado, viendo a Carolina con la mirada que ya tenía bien aprendida.
    
    Era esa cara que siempre ponía en momentos realmente calientes, cuando perdía el sentido. Como la semana anterior, cuando vestida de gatita le pedía a su novio que le quitase la cola y la diera un gran sexo anal. Le había mirado con ese rostro lujurioso mientras la ...