Mis adoradas mujeres
Fecha: 12/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... Bienvenida a mi vida, nuevamente – le dije, con total honestidad.
- Si me aceptas, con gusto regreso a tu vida. Por eso me fui, para recuperarme para ti y por eso estoy aquí, ahora, pero… tengo una condición para volver a tu vida. Es algo que no estaba en mis cálculos, no fue premeditado, pero sucedió y estoy atada a eso. No sé si estés preparado para algo así, pero tengo que ser honesta. Si no lo puedes aceptar, tendré que irme para siempre…
- Me estas matando de la intriga. No te voy a dejar ir de nuevo, no importa lo que sea. Te amo con toda mi alma, no puedo darme el lujo de perderte.
- Pues… se trata de Orlando. A él le debo todo lo que logré. Se mudó conmigo para poder hacerlo y ya entenderás que someterme a los masajes, totalmente desnuda, pues… no somos de palo. Siempre lo he amado, es mi sobrino y ahijado, lo adoro y él a mí. Soy su tía preferida y aunque estaba gorda y fea, terminamos haciendo lo que es considerado prohibido entre tía y sobrino, pero… lo hicimos. No tuvo ascos conmigo. Desde entonces somos amantes y no puedo dejarlo a un lado. Seré tu esposa, te seré fiel en todo sentido, salvo… pero él seguirá siendo mi amante. Esa es mi condición. No es negociable… – me quedé nuevamente paralizado. Miriam había cambiado radicalmente. No era solo su cuerpo, también su psiquis. Esto del amante, jamás me lo hubiera dicho así, de frente, hace un año. Pero… yo también tenía mi condición…
- Miriam, yo también tengo una condición. Tal vez te asombres, pero ...
... ya que tú eres tan clara conmigo, yo debo hacer lo mismo contigo. Estos últimos meses, tú ausente, Rosi estuvo conmigo. Y no es simplemente la compañía de mi hermana. No, Rosi es mi amante. Solo pasó. Mi tristeza y soledad, su secreto de toda la vida…, solo sucedió. Y la amo con toda mi alma, como hermana, que ya lo sabías y como mujer, que te estas enterando ahora. Ella no es de mi sangre, fue adoptada por mis padres, así que técnicamente no es incesto, pero es mi hermana de crianza. Te amo a ti, con todo mi corazón, Dios es mi testigo y quiero que regreses a mi vida, pero no podré dejar fuera a Rosi, porque también la amo. Tu no podrás dejar fuera a Orlando, así que tendremos que vivir con eso. Yo… lo… acepto – y me quedé a la expectativa…
Miriam me miró fijamente a los ojos y me pidió que esperásemos a mañana para definir nuestra situación. Ella llamaría a Orlando para que viniera mañana a almorzar con nosotros, en casa y me pidió que hiciera lo mismo con Rosi, para enfrentarnos todos y saber a qué atenernos. Reflexioné un poco al respecto y acepté.
Esa noche, a partir de ese momento, fue diferente. Mucha pasión, mucho amor, pero también hubo un baño de realidad, de conocimiento de la existencia de otra persona en el corazón de cada uno de nosotros. Hicimos el amor otra vez, de la forma que tanto nos gustaba, yo sentado en el sofá de nuestra habitación y ella cabalgándome, nuestros cuerpos frente a frente, con movimientos lentos, caricias y besos, con mucho amor, con ...