Mis adoradas mujeres
Fecha: 12/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... logré regresar a ti…, y sin perder a mi Orlando. Y, además, porque tengo la impresión que ahora, mi cuñi y yo vamos a llevarnos muy bien – dijo mirando directamente a los ojos de Rosi.
- ¿y tú, Rosi? – la interrogué directamente…
- Pues, asombrada todavía. No me lo puedo creer lo que ha logrado Miriam. Estas perfecta, yo creo que más linda y buena que antes, no sé si es que todavía estoy borracha. Y esto del incesto, cada día me está gustando más… y tú, Orlando, no te me alejes… porque te persigo, mi amor…
- ¿Qué dices tú, Orlando? – le pregunté…
- Pues nada, yo estoy muy orgulloso del logro de Miriam, le costó mucho esfuerzo y dedicación. Fueron 10 meses de trabajos forzados. Y lo logró. No creo que muchas personas tengan esa fortaleza de carácter, por eso la admiro tanto… y la amo… Sé que es tuya, Alex, desde siempre lo ha sido, pero como tú mismo dijiste ayer, un pedacito de ella es ahora mío. Y Rosi, por Dios, hermosa mujer, anoche me hiciste muy feliz, de verdad. No te imaginas cuánto.
- Bueno, mi turno. Yo sigo bajo los efectos del asunto Miriam. No salgo de mi asombro, te veo tan hermosa como siempre, estas realmente divina y, además, tu parte emocional no solo intacta, sino renovada. Le doy gracias a Dios, a Orlando y a ti misma. Y de todo esto, salió que mi querida Rosi, mi hermana del alma, sea ahora también mi mujer. Y que mis dos mujeres se toleren y además se respeten, para mí no tiene precio. Ahora soy un cornudo, pero feliz. Pero debo recordarles ...
... que toda esta felicidad que estamos experimentando no puede trascender de estas paredes. Allá afuera seríamos incomprendidos, por no decir cosas peores. La hipocresía de nuestra sociedad es mucho más grande que la suma de toda nuestra felicidad. No podemos contarle de esto a nadie, ni siquiera a nuestra sombra.
A partir del regreso de Miriam a nuestra casa y a mi vida, Rosi decidió regresar a su apartamento, para dejarnos espacio, para permitir que nuestro renacer fuese más cómodo. Sin embargo, le dejamos claro, ambos, que ésta seguía siendo su casa por derecho propio. Y de su hija… Pero ese tema teníamos que verlo con mucho cuidado. De esa manera, entre el lunes y el martes, Rosi se llevó sus cosas, dejando solo aquello que merecía tener en nuestra casa, para sus momentos con nosotros.
Cierta noche de un miércoles, después de un día de intenso trabajo, Rosi se vino a casa para pasarla con nosotros y tratar de tener su “media hora” conmigo. Lo necesitaba. Se puso su bikini y se nos sumó en la piscina, con cara de cansada, pero con ganas de divertirse. Su relación con Miriam ahora era estupenda desde el regreso de mi esposa, tanto que hasta parecían amigas entrañables de toda la vida. Por una llamada que entró a mi celular, salí de la piscina y corrí a la terraza. La tomé, era del contador y me senté de espalda a ellas, para conversar sin distraerme, para poder centrarme. Cuando finalizó la llamada, traté de volver al agua, pero me quedé asombrado de lo que vi… Miriam y ...