Mis adoradas mujeres
Fecha: 12/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... cuenta, pierdes. Una mujer de verdad, bella… divina. Cuatro años menor que yo, medía 1,60 de estatura, de piel blanca tirando a morena, con una cabellera negra ondulada que le daba un aire de pantera, unos ojos color miel que me emborrachaban, un cuerpo escultural plus con tipo de guitarra, unos senos de ensueño, cintura más o menos pequeña, caderas acordes al volumen de sus senos y un perfecto trasero tipo corazón invertido. Unas piernas torneadas y manos y pies pequeños. Toda esa belleza estaba contenida en un cuerpo de tan solo 54 kilos de peso. Un cuerpo muy parecido, en su forma y volumen al de Rosi. Su cara era todo un poema, su boca una invitación a la locura.
Se presentó a buscar trabajo en mi empresa como secretaria, muy recomendada por un viejo compañero de trabajo de mis inicios. Cuando llegó al frente de mis ojos, quedé hipnotizado. Esa imagen de ella jamás ha desaparecido de mi memoria. La recuerdo vestida de negro por luto de su hermano recientemente fallecido, carita triste pero llena de esperanza. Me flechó de inmediato. La contraté como mi secretaria y realmente fue la mejor contratación que he realizado en mi vida. Resultó una excelente colaboradora en mi incipiente empresa de fabricación de chocolate. Dos años después nos casamos.
Poco después de casado con Miriam, Rosi empezó a trabajar conmigo, como mi asistente y Miriam seguía siendo mi secretaria, además de mi esposa. Ya Camila tenía 5 años y estaba acudiendo a la escuela, lo que le dio tiempo ...
... a Rosi para estudiar y trabajar, con la ayuda de mamá para atender a la niña. Rosi lo necesitaba, porque su vida se había truncado justo antes de graduarse de bachiller. Afortunadamente ambas, Rosi y Miriam, entendieron de entrada que cada una era importante para mí, que cada una ocupaba un lugar en mi corazón. Eso permitió que se respetaran desde el principio. Cuando empecé mi relación con Miriam, Rosi había mostrado ciertos celos, pero mamá se dio cuenta e inmediatamente puso su magia al servicio de la cordura. Y Miriam, apenas conocer a mi familia, notó que entre mi hermana y yo existía un lazo muy fuerte. Se dio cuenta que éramos algo más que hermanos comunes y corrientes y que la niña, Camila, para mí era más que una sobrina, casi una hija. Y me interrogó al respecto, a fin de aclarar conceptos y situaciones.
Le expliqué a Miriam, con pelos y señales, todo lo referente a mi familia, el origen de Rosi y también el de Camila. Ella entendió todo, fui realmente honesto y sincero con ella y entonces supo a qué atenerse. Fue en ese momento que supo que Rosi no era un verdadero peligro para ella, pero si una gran influencia que habría que tener muy en cuenta.
Vivimos buenos momentos de matrimonio, los primeros años. Ella era una mujer muy educada, de principios y valores sólidos y bastante hogareña. A eso se le agregaba que era una mujer realmente fogosa, tenía fuego en las venas y yo era quien disfrutaba de apagar esos incendios que ella me dispensaba a montones. Al ...