1. Se le marcaba mucho la entrepierna…


    Fecha: 21/10/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    Junto con mi esposa, salimos una tarde de sábado en plan de visitar un centro comercial para ver y comprar algunas prendas de vestir. No teníamos ningún plan especial en mente, así que nos dispusimos recorrer las instalaciones, ver aquí y allá por si algo captaba nuestra atención y nos decidíamos a comprar algo. Anduvimos por el lugar, visitando varios locales, pero, al parecer la oferta de ropa disponible no satisfacía las expectativas de mi esposa. Andamos de arriba abajo ese lugar, pero ella no encontraba aquello que le agradara. Sin embargo, insistía en recorrer el sitio nuevamente y verificar las vitrinas de las tiendas una vez más. Y en esa actividad nos cogió la noche.
    
    Estuvimos tentados a entrar a un cine, porque empezó a llover copiosamente en la ciudad y, de verdad, nos dio pereza salir a la calle para regresar a nuestra casa. Entonces, algo desprogramados, decidimos subir al tercer nivel de aquel lugar, donde se concentran restaurantes, discotecas y pubs. Nada especial. Mi esposa, muy diligente, observó un lugar, una cervecería, que le pareció muy agradable y acogedora, de modo que entramos y nos acomodamos allí.
    
    Pedimos unas cervezas, por supuesto, y empezamos a charlar y observar el lugar. Pronto me di cuenta que mi esposa fijaba su mirada en unos muchachos que estaban sentados en la barra. Si bien entraban y salían personas de aquel lugar, al parecer había alguien que captaba su atención. Estábamos hablando de muchas cosas, pero había algo o alguien, que ...
    ... la mantenía atenta. De un momento a otro nuestra conversación, sin saber por qué, llegó a centrarse en temas sexuales, que, si a los hombres les gusta esto, que a si a las mujeres aquello, que qué es lo que más llama la atención de un hombre cuando ve a una mujer y demás.
    
    Ella estaba vestida con unos jeans, blusa normal, chaqueta informal y zapatos de tacón bajo. Comentó que ella no disponía de ropa seductora o que llamara la atención, a lo cual respondí que, si quería, era el momento de buscar y procurarse algunas prendas, si es que ese era su deseo. Yo había visto tiendas de lencería y sex shops que quizá tuvieran modelos disponibles. Ella, en tono de frustración, comentó que la ropa que allí vendían era para jovencitas delgadas y que generalmente se ofrecían tallas muy pequeñas. Bueno, dije, pues echemos un vistazo. Nada tenemos que hacer, así que nada se pierde.
    
    Nos dispusimos a recorrer el lugar nuevamente, pero esta vez con un objetivo en mente; buscar la famosa ropa sexy. Llegamos a un lugar donde vendían lencería, muy bonita y fina. Ella se probó varios modelos y, después de varios intentos, se decidió por un conjunto Baby Doll con liguero, tanga elaborada en encaje, todo transparente y media con silicona, que se adhiere muy bien a la piel. Quiso dejarse esa ropa puesta, de una vez. Nada de lio. Resuelto el interior, ahora teníamos que procurar ataviar el exterior. Así que salimos en busca de un lugar donde encontráramos lo que buscábamos.
    
    Yo, de inmediato, ...
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