¿Puedes atenderme?
Fecha: 26/10/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos
... inviten a participar –afirmó.
–Tengo entendido que a él le han tocado ambas cosas contigo, una donde yo fui el invitado y todos lo gozamos enormemente –le recordé.
–Sí, a ver cuándo me los vuelvo a encamar juntos. Pero él también se ha recreado como mirón, ¡y sin mi autorización! Pero yo no soportaría ver cómo ama a otra, diciéndole palabras dulces.
Stella se acabó su café, le pregunté si quería que le sirviera otro igual y me dijo “Ahora sírveme el ron sin café, y pon música para que bailemos encuerados”. Nos fuimos a la sala, le serví un vaso de ron y bailamos. Nos besamos al bailar, me agarró la verga y sin soltarla, seguimos bailando. Cuando descansamos se puso en cuatro en el sofá, viendo hacia mí.
–¿Cuánto te gusto? –me preguntó meciendo las tetas que le colgaban muy bien.
–¡Mucho y así, más! –le dije acordándome de las fotos que le tomé y me faltó una así– ¿Me dejas tomarte una foto, así como estás?
–No, a nadie le dejo que me tome fotos desnuda. Además, ¿para qué la quieres? –preguntó.
–Para masturbarme recordando tu belleza –le contesté acariciándole el pecho.
–Mejor me hablas y vengo, o vas, para hacerte la ordeña…
–Gracias, pero no siempre se puede. ¿Nadie te ha tomado fotos así? –insistí.
–Solo Cornelio, a él si se lo permito y sé que no van a andar por la red circulando, ni siquiera te las enseñará a ti.
–Yo también soy todo un caballero, en eso también nos parecemos.
–Sí, sé que lo eres, pero no –concluyó, dando por terminado ...
... el asunto.
–¿Nos vestimos para ir al restaurante, o pedimos que traigan algo? –le dije porque ya era la hora de comer.
– Mejor pedimos algo, quiero seguir así contigo hasta mañana –contestó desenfadada.
–¿Y tus hijos? Si no estaban con Cornelio, ¿los dejaste solos?
–¡Qué te pasa, no soy así! Están en Cuautla, de vacaciones con su tío. Yo amanecí con muchas ganas de coger y, si Cornelio estaba ocupado, espero que tú lo suplas, se parecen tanto… –contestó y se puso a mamarme los testículos y el pene–. En todo, completó suspendiendo las lamidas para enfatizar sus palabras.
Pedimos de comer. Nos acabamos dos botellas de vino y seguimos bailando. Ya en la noche, se sirvió tequila y cuando ya estaba muy borracha, me pidió que pusiera en el karaoke canciones “tiranas”. Era obvio que le dolía no estar con su amado y que éste estuviese dándole amor a otra. Cantamos todas las que pidió que le pusiera.
–¡No sabes cuánto te amo papacito! –gritó mirándome– A lo mejor volvemos si me aceptas puta, necesito muchas vergas, dime que sí –deliraba de borracha, confundiéndome con su exmarido, así que le seguí la corriente y la senté sobre mí, pero de frente para mamarle ese par de delicias que nos vuelven locos a todos los que nos la cogemos.
–¿Has hecho el amor con alguien de verga grande? –le pregunté cuando se metió la mía en el culo.
–Las he tenido de muchos tamaños, pero las que son muy largas me incomodan en casi todas las posiciones y lugares –precisó dándose unos ...