Familia muy unida... demasiado (capítulo 2)
Fecha: 28/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... pensando en lo increíble de la propuesta de mamá y papá. Por eso me habían hablado una semana antes, preparando el terreno…
-¿Y qué pasará con mis hermanas? ¡Se darán cuenta, porque no son idiotas! ¿Cómo lo tomarán? ¿Han pensado en ellas? -le disparé sin disimulo.
-Sí, claro, hemos pensado en ellas, tanto como en ti. Indudablemente, primero tenemos que planteártelo a ti y si tú aceptas, entonces para ponerlo en práctica, tendremos nuestra reunión familiar donde les haremos saber a ellas todo lo necesario. Pero todo depende de tu decisión. Exclusivamente de ti.
-¿Me dijiste que sabes que… estoy… enamorado… de ti?
-Si, mi amor, siempre lo he sabido. Por la forma de tu trato conmigo, por lo tierno y cariñoso que siempre eres conmigo, por la forma en que me miras, bueno, que te puedo decir. Es precisamente tu mejor secreto peor guardado, todo el mundo lo sabe, pero parece que tú eres el único que no te has dado cuenta.
-¿Y no te incomoda eso? No es algo muy normal que digamos. Yo me he sentido sucio muchas veces en mi vida, por tener esos sentimientos contigo. Eres mi madre y te quiero y te respeto, pero a veces creo que soy un pervertido. ¿Y vamos a cometer incesto?
-Efectivamente, será una relación meramente incestuosa, pero lo peor del incesto es procrear un hijo, que tendría serios problemas genéticos pero eso conmigo no es posible. Lo demás es pura hipocresía y además, será nuestro secreto, de los cinco. Nadie más. Ah, bueno y de Pepe y Tara, pero ...
... ellos no dirán nada, te lo aseguro… los perros no pueden hablar… afortunadamente… jajaja. Pero hablando en serio, creo que no hay amor más puro que ese, entre madre e hijo, si son como nosotros.
Me levanté de la silla y caminé hacia la baranda de la terraza, mirando hacia el mar. La brisa marina me dio de lleno en la cara y rogaba a Dios que me permitiera pensar con claridad. Amaba a esa mujer, con locura, pero era mi madre. Nunca le había dicho que no a nada que ella necesitare de mí. El cerebro humano es rápido, me permitió sopesar cualquier cantidad de peros al planteamiento de mamá, pero al final, mi amor por ella se impuso con suprema claridad. Por ella iría hasta el mismísimo infierno, de ser necesario. Por lo tanto, me volteé y le dije:
-Sabes que te adoro, mami, que eres lo más importante de mi vida. Si tú me lo pides, acep… to. Si, mamá…, acepto. Por ti, lo que sea. Te amo… -le dije con lágrimas en los ojos. Ella me miró y desde luego lagrimeó también, así que nos fundimos en un abrazo, filial, tierno, dulce como almíbar.
-¿Estás seguro, mi amor? Mira que es una decisión muy importante en tu vida. Te puede pasar factura más adelante.
-Puedo pasarme la vida pensándolo y mi respuesta para ti siempre sería la misma. Te amo con toda mi alma. Si tú me necesitas, aquí estoy para ti, no se hable más.
-¿Sin arrepentimientos? -me preguntó.
-Seguro… sin arrepentimientos. No creo que pueda arrepentirme jamás de amarte. Eso no tiene sentido…
Continuará...