1. Entregada al jefe de mi marido


    Fecha: 29/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... follaba con una intensidad inusitada, casi desmedida. Recuerdo que me dejaba llena de chupetones, e incluso algún moratón, que luego yo tenía que disimular con maquillaje. Pero además de su vehemencia y de su ímpetu, estaba la forma soez y ordinaria con la que me hablaba y me trataba, empleando adjetivos agraviantes hacia mí.
    
    Aun así, ese comportamiento tan duro hacia mí, en lugar de ofenderme, me llevaba a tal grado de excitación, que aún a día de hoy, un montón de años después, sigo poniéndome cachonda cuando lo recuerdo.
    
    Tanto fue mi entrega a ese hombre, que fue el primero con el que practiqué sexo anal. Seguramente él fue uno de los mayores culpables en que desarrollara cierto gusto por el sexo duro.
    
    —La verdad es que estoy agotada cariño. Tomamos la última y nos vamos a dormir, —comenté mientras mi marido buscaba aparcamiento.
    
    —¿Y quién puede dormir ahora, de esta forma? —Respondió Don Ramón.
    
    —¿Qué te pasa? ¿La noche te causa insomnio? —Le preguntó mi marido riéndose.
    
    —La que me provoca el insomnio es tu mujer, que rejuvenece mi polla veinte años. —reconoció el viejo, expresándose de forma soez.
    
    —¿Te gustaría follártela? Díselo Ramón. Dile, Olivia, quiero follarte. —comentó mi marido cuando termino por fin de aparcar.
    
    —Deja de decir tonterías. —Le reprendí, interrumpiéndole—. Tomemos la copa y vayámonos a dormir. Hoy ya hemos hecho bastante el tonto los tres.
    
    Don Ramón no se atrevió a responder, ante el severo tono que empleé con mi ...
    ... marido.
    
    —No te enfades cariño, solo ha sido una broma entre amigos, —puntualizó Enrique.
    
    Tomamos la copa, de forma ya más relajada, pues ambos hombres bajaron por un momento el tono de sus comentarios hacía a mí. Cuando Don Ramón fue al baño y me quedé a solas con mi marido, le reprendí su actitud.
    
    —No sé qué pretendes hacer con Don Ramón, pero te aseguro que te estás pasando. Mañana verás todo lo que estás haciendo con otros ojos, te recuerdo que por mucha confianza que tengas con él, y por muy amigos que creáis ser, sigue siendo tu jefe, —dije, tratando de hacerlo entrar en razón.
    
    —Cariño, solo era un juego. Ramón me ha comentado en muchas ocasiones lo atraído que se siente por ti, hablamos de ello casi a diario con total confianza. Sé que no vas a hacer nada con él. Sin embargo, me pone cachondo contemplarlo así de excitado por ti.
    
    —¿Hablas con él de mí? ¿No le habrás contado nuestras cosas? —Pregunté de forma enérgica.
    
    —¿Qué te tiras a otros hombres los fines de semana? ¿Qué te consiento incluso tener amantes fijos, incluido un crío amigo de tu hijo? —Preguntó con cierto sarcasmo.
    
    —Sí, me refiero a nuestros juegos de pareja ¿Le has contado algo? —Pregunté alarmada.
    
    —Bueno… no con detalle. No sabe que eres tan puta, aunque creo que lo sospecha,
    
    —respondió riéndose.
    
    —¿Puedo saber que es lo que le has contado? —Dije ya irritada y enfadada con mi marido. Odiaba cuando Enrique se ponía tan socarrón e irónico.
    
    —Solo sabe que a ti te gusta que te miren, y ...