1. Entregada al jefe de mi marido


    Fecha: 29/10/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... extrañada, como queriendo asegurarme de haber oído bien.
    
    —Quizás te puede parecer raro, Olivia, pero ver a una mujer hacerlo, me pone muy caliente. Me encantaría observar cómo meas, —dijo de pronto.
    
    —Pues me temo que te vas a quedar con las ganas, —respondí poniéndome de pies.
    
    Don Ramón puso entonces cara de circunstancias, como aceptando con pena, mi decisión de no dejarlo ir conmigo hasta el baño.
    
    De todas formas, no me extrañó para nada su deseo de acompañarme, ya que no era la primera vez, que un hombre me pedía algo parecido. Me sorprendió más, sin embargo, que se hubiera atrevido a proponerlo.
    
    No soy una jovencita, los años me han hecho tener bastante experiencia, ya que he vivido incontables situaciones, y también he conocido a todo tipo de hombres. La verdad es que, a día de hoy, hay muy pocas cosas que puedan sorprenderme.
    
    Cuando salí del baño me acerqué hasta ellos.
    
    —¿Nos vamos? —Pregunté sonriendo.
    
    —¿Te apetece que tomemos una copa en el Capitolio? —Me preguntó Enrique incorporándose de su asiento.
    
    —Perfecto —Respondí deseosa de salir de allí cuanto antes.
    
    Enrique me llevaba cogida por la cintura, me encantaba sentir su fuerte y recia mano junto a mi cadera. A esas horas de la madrugada, en la calle ya hacía fresco, y yo iba con una corta minifalda, camisa, y unas sandalias con tacón. Por lo tanto, agradecía el calor del cuerpo de mi marido a mi lado.
    
    Pero poco después de ir caminando, Enrique se apartó de mí unos segundos para ...
    ... buscar las llaves del coche. Pues no sabía en cuál de los bolsillos, las había metido.
    
    Seguimos andando mientras él registraba cada rincón de su ropa nervioso. El no encontrar las llaves, y luego que le aparezcan en cualquier bolsillo, es algo muy habitual en mi marido, yo ya ni me alarmo por ello.
    
    Fue entonces cuando sentí la mano de Don Ramón, apoderarse de mi cintura, ocupando el lugar que un minuto antes, la mano de mi esposo, había dejado vacante. Creo que fue la primera vez, que el contacto de su mano sobre mi cuerpo, no me produjo rechazo.
    
    No sé si ese drástico cambio que experimenté hacia el viejo, se debió al alcohol ingerido que me hacía ver las cosas de distinta forma, o tal vez, al manto fresco que la noche había dejado caer sobre nosotros. El caso es que agradecí ese contacto físico, pegándome incluso a él, sintiendo su calor corporal sobre mí.
    
    No dijimos nada y seguimos caminando en dirección hasta el coche. Enrique iba detrás de nosotros. Conociéndolo como lo conozco, estaba segura de que estaría disfrutando de contemplar la escena, le encanta verme cuando otro hombre me lleva agarrada, o cogida por la cintura.
    
    Intuía, que la calenturienta mente de mi esposo, en esos momentos estaría entrando casi en una especie de ebullición.
    
    Me encanta provocar y poner cachondos a los hombres. Ya desde muy jovencita siempre he disfrutado de esa sensación de poder, de saber que puedo ser capaz de volver completamente loco a un hombre. Pero jugar con la excitación ...
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