Infiel por mi culpa. Puta por obligación (22)
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... calada a mi cigarrillo. Camilo callado se pone en pie. Mantiene presionado entre sus labios el rubio aspirándolo con lentitud, pues sus manos las mantiene incrustadas entre los bolsillos traseros de su corto pantalón.
—Sentados al borde de la cama, –mi esposo se rehúsa a mirarme, agachando su cabeza– ambos nerviosos pero quizá el pobre hombre más asustado que yo, temblaba y no se atrevía a nada. Pensando en que aquella entrega forzada debería hacerla durar lo menos posible, tomé su mano, la que tenía más cerca, y la deje caer un poco por encima de la rodilla de mi pierna izquierda. Indeciso me miró a los ojos y luego dirigió los suyos hacia su mano, con los dedos que permanecían rígidos sobre la piel de mi pierna. No quería seguir allí, me sentía aparte de asqueada, sofocada, por lo tanto puse mi mano sobre la suya y con mis dedos metidos en el espacio intermedio que dejaban su pulgar y el índice, de los otros tres, y sin dejar de observar su reacción y el sudor en su frente, yo misma corrí con la mía, esa mano inerte y se la desplacé algunos centímetros hacia el cálido interior de mis muslos, bajo la tela gris a cuadros de mi vestido, dándole libertad para que avanzara más hacia mí… Mí apática vulva, instándole a que continuara él solito con la exploración.
—No lo hizo de inmediato, esperaba algo más de mí o necesitaba reunir mayor valor. Y abrí lo que más pude los muslos, en clara señal de que ya me podía tocar. Y finalmente se decidió.
—Se me revuelca el ...
... estómago y me entran ganas de vomitar al recordarlo. —Le explico a Camilo antes de continuar y le consulto…
— ¿Te lo imaginas? O prefieres que no te cuente más que…
—Quiero saber… Prometí escucharte a pesar de lo incomodo que pueda resultar para ti y especialmente para mí. Dentro de mí existe ahora miedo, dolor y angustia, es verdad. Pero necesito conocerlo todo y enfrentarnos los dos a la verdad, y no mantenernos por siempre comiéndonos la cabeza, dudando por siempre. Yo de ti y tú de mi reacción. ¡Cuéntamelo todo, tal como sucedió! —Me interrumpe con algo de indecisión en su tono de voz, pero con mucha sabiduría y templanza.
—Está bien, cielo. Hagamos como tú dices. —Le respondo y prosigo relatándole sin alejarse de mi interior, la vergüenza y el sufrimiento debido al tono que le imprime a sus palabras, haciéndome sentir como una vulgar prostituta. Esa no era yo, su Mariana, y Camilo lo sabe.
—Al notar la abertura en la tanga, sin nada de tela que le opusiera resistencia a sus gruesos dedos, se le iluminó el semblante y se transformó, de tímido profesor a una fiera con hambre voraz y ganas de besarme en la boca, mientras escarbaba entre mis labios vaginales sin tacto ni dedicación. Aparté mi rostro pues tenía mal aliento y se lo dije sin reparos y en frente de Eduardo.
— ¿Eduardo estaba ahí? ¿Con ustedes viendo todo? —Asombrado le pregunto a Mariana.
—Sí señor. Tu querido amigo convino con el profesor, en estar presente todo el tiempo que durara… Esa reunión. Yo ...