Morir de amor
Fecha: 03/11/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Chicles, Fuente: CuentoRelatos
... llego a tu departamento inmediatamente!” contestó ella esperanzada. Afortunadamente el hijo de Leonardo se había ido a dormir con sus abuelos y no sería molestado. Había dos camas disponibles en diferentes cuartos para descansar cuando fuese necesario.
Al llegar a la casa de Leonardo, éste le acercó una pila de libros, con papeles marcadores, donde había sugerencias de actividades específicas, para que los fuese leyendo en el orden que él se los entregó. En tanto, Leonardo comenzó a escribir el boceto de una planeación para desarrollar por completo la sección que habría de ser sustituida. Pidió unas Pizas para cenar y cuando Licha terminó la lectura pasaron a discutir la planeación escrita que había hecho Leonardo.
–Aquí habrá que desarrollar las actividades sugeridas que acabas de leer. Acá debemos trabajar para generar otras que son necesarias, ya tengo algunas ideas –explicó señalándole el boceto escrito donde había secciones enmarcadas en diferentes colores.
El semblante de Licha, antes preocupado, ahora mostraba mucha confianza en terminar a tiempo. Escribió siete u ocho de corrido, las cuales Leonardo leyó y corrigió tachando o añadiendo textos conforme ella se las iba entregando, hasta que, cansada revisó y aprobó las modificaciones propuestas por Leonardo y discutieron algunas otras para entenderlas mejor.
–¡Gracias!, creo que puedo continuar sola. Por ahora hay que dormir –dijo Licha y dio un bostezo.
–¿Dónde quieres dormir? –preguntó Leonardo ...
... mostrándole las dos recámaras.
–¿Dónde vas a dormir tú? –preguntó ella a su gentil anfitrión dando un evidente acento de provocación a sus palabras.
– Donde tú no quieras, o donde tú quieras, todo depende de lo que desees… –contestó Leonardo en el mismo tono en que Licha había preguntado.
– Creí que nunca me lo pedirías, es algo que he deseado desde hace mucho tiempo: conocerte mejor. –dijo Licha antes de darle un beso donde introdujo la lengua en la boca de Leonardo y lo abrazó.
Él, sin separar las bocas, la condujo a una de las recámaras y se desvistieron mutuamente.
Al día siguiente, mientras desayunaban, cada quien habló a su respectivo centro de trabajo para avisar que no irían a laborar. Se pasaron el día terminando la sección faltante del documento, de manera sincronizada: haciendo las ilustraciones necesarias y mecanografiándolo. A la mañana siguiente, Licha sacó las fotocopias necesarias y lo entregó en el máximo plazo permitido.
Sobra decir que la prueba escrita fue aprobada por unanimidad y que lo festejaron otras veces más, de la misma forma en que habían iniciado la tarea.
Fueron pocas las veces que hicieron el amor, en cada una de ellas supieron más de ellos mismos, de sus frustraciones, complejos y deseos. En otras, hacían el amor con fondo musical, variado. Una ocasión, en el sonido estaba una nueva canción: “El gato y yo”, con Amanda Miguel. A Licha le resonó en su interior debido a que ella había intentado varias ocasiones acercarse a Leonardo ...