Clases de verano con Sarita 3
Fecha: 28/10/2018,
Categorías:
Anal
Masturbación
Primera Vez
Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster
... no…? —insistí.Sarita no me respondió, miraba hacia delante y me pareció que se ruborizaba.—Bueno, no se… no es asunto mío… —seguí— Solo que… me ha sorprendido un poco, nada más… También ha entrado en el de los chicos y tal… será normal en el mundo del deporte… yo que sé…—Sí… es normal, no tiene importancia. ¡A ver si me voy a pensar que estás celoso y todo…! —dijo entonces, medio riendo.—Jajaja… —reí artificialmente, algo de razón tenía—. No es eso… jeje… es que bueno… antes me has dicho que nadie te había visto… quiero decir… que antes decias que solamente otro chico y yo te habíamos visto desnuda… y bueno… pues ahora no sé qué pensar…—¡Ah…! Si es por eso… bueno, es que Jorge no cuenta —dijo, como más relajada de repente—, él es mi entrenador, no es lo mismo…—¡Vaya…! Y yo soy tu profesor, ¿por qué conmigo sí que cuenta?Sarita se puso roja otra vez de golpe, y parecía que no sabía qué responder. ¿Qué quería decir eso? ¿Acaso la había pillado mintiendo y no era tan inocente como quería hacerme ver? ¿O al igual es que realmente a mi me veía con otros ojos? Cualquiera de las dos opciones me pareció muy excitante.—Bueno, bueno… —dije para rebajar la tensión—, ¿y entonces, por esa misma lógica, quién más te ha visto desnuda? ¿Que no cuente, quiero decir?—Jejeje… —rió ella tímidamente—, pues… no sé, mi padre… o mi primo… o… el profe de natación…—¿¡El de natación… también!?—Sí, bueno… ya se sabe, cosas normales que pasan en la piscina.—Pues a mi no me ha pasado nunca eso, oye… ...
... ¿Alguién más que añadir para la lista, que “no cuente”, digo? —pregunté ya con un tono de broma.—Jejeje… pues… no sé, supongo que sí… algunos amigos de clase… los vecinos… el cartero… el fontanero… el que arregla el teléfono…—¡Para, para! ¡Para, Sarita, que me va a explotar la cabeza! —interrumpí.—¡Jajaja…! ¡Que es broma, idiota! —dijo partiéndose de risa.—¿Todo era broma? —pregunté.—Bueno, la mayor parte sí… más o menos… ¡Jajaja…! —siguió, martirizándome a drede—. Ya te he dicho que no tiene importancia…Me miraba coqueta, y me apetecía abalanzarme sobre su asiento para lamerla enterita como un caramelo. Me quedé pensativo, viendo como casi la totalidad sus muslos quedaban al descubierto por el desplazamiento de su faldita. Solamente quedaba suficiente tela para taparle lo más íntimo. Ya casi llegábamos a su casa, y me planteé hacer el trayecto más largo solo para ver hasta dónde podría llegar a alzarse esa prendita blanca.Pero pronto me encontré aparcando el coche en frente de su casa. Me entretuve un momento haciendo que buscaba algo en la bandeja central, haciendo tiempo para poder observar cómo se bajaba de su lado. Al levantarse pude ver bajo su falda buena parte de su delicioso culito adolescente. Grabé una vez más en mi memoria esos cachetes respingones de color lechoso, que contrastaban con el bronceado de sus piernas.La seguí a dentro de su casa, emocionado y excitado por volver a encontrarme a solas con ella. Noté como mi pene reaccionaba al cerrarse la puerta detrás ...