1. Samantha: Corrupción y perversión de una casada (lll) (1/2)


    Fecha: 21/11/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos

    ... podría molestarse. Aparte seguía sin saber quién era ella.
    
    -¿En verdad no sabe quién soy? Que malo es. Y eso que decía en mi graduación que nunca me iba a olvidar ya que era su alumna favorita- con un puchero le recriminaba la mujer por su falta de memoria.
    
    Al escuchar eso, el viejo por fin pudo armar el rompecabezas y por fin recordar de quien se trataba aquella mujer.
    
    -¡Samantha! ¡¿Eres tú?!- Rigoberto con mucha efusividad le regresaba el abrazo a la mujer. Fue tanta la alegría que incluso la levanto del piso, haciendo que su vestido se levantara un poco, dejo entre ver el inicio de sus medias las cuales tenían encaje.
    
    Roberto al mirar eso, rápidamente se acercó a su mujer para taparla de algunos ojos curiosos que pasaban por ahí, para luego discretamente darle una mirada no muy amistosa al hombre, lo cual lo entendió al instante y bajo a la mujer.
    
    -Así que ustedes dos ya se conocen?- un incrédulo Roberto les expresaba su duda. Y es que no podía creer que Samantha lo conociera y mucho menos que le guardara tan gran aprecio.
    
    -Siii, amor. El maestro Rigo fue mi maestro de educación física cuando yo estudiaba aquí. Aun que era muy estricto ya que siempre a todas las niñas nos ponía a hacer sentadillas, lagartijas, correr y brincar mientras que a los niños los dejaba que jugaran futbol todo el rato- la mujer con un semblante de molestia le respondía a su esposo, para luego volver a reír por tan divertidas anécdotas, pensaba ella.
    
    -Si, ya me lo imagino solo ...
    ... con las alumnas- Roberto volviendo a mirar con cierta molestia al mantecoso director, le respondía de forma sarcástica. Ya que más o menos intuía las oscuras intenciones que tenía ese viejo al poner a hacer esos ejercicios solo a las alumnas.
    
    -Que puedo decir jejeje. Las alumnas siempre me pedían ejercicios para estar en forma y quien soy yo para negarme jejeje- el viejo con una risa simplona y rascándose su casi calva cabeza le respondía, intentando relajar la tensión.
    
    Roberto ni siquiera le hizo caso a su versión. Él se preocupó más por la hora que era. Aunque tenía a Ivonne que se hacía cargo de la construcción cuando no estaba, no era alguien desobligado y tampoco quería dejar sola a su pupila ya que él era su mentor y tenía que estar cerca para cualquier duda que ella pudiera tener. Así que tomando a su mujer del brazo comenzó a caminar mientras se despedía de forma rápida del director. Samantha por su parte estaba feliz de reencontrarse con el maestro que había sido su mejor amigo en aquella etapa de su vida. Así que cuando sintió el ligero jalón que le hizo su esposo para que caminara, en seco detuvo su andar, haciendo que Roberto volteara su mirada hacia su esposa.
    
    -Yo me quiero quedar un ratito más- sin decirle ninguna palabra linda ni por el estilo, Samantha le solicitaba a su esposo que la dejara ahí para poder platicar un poco más con el director.
    
    -¿Perdón?- un sorprendido hombre le preguntaba. Le sorprendía la postura que estaba tomando su mujer. -Ya ...
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