1. El jefe de mi esposo


    Fecha: 22/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis quejidos de dolor: “¡aaau, aaauuu, ay, aaaigh!” el plátano, se había embarrado en mi ano y su pene.
    
    Saco su verga, llena de plátano, y dijo ahora una fresa, pero lo hizo tan rápido y de manera tan salvaje, sin darme tiempo de prepararme ni nada, que cuando metió con fuerza su tremendo miembro en mi ano sin lubricación, que aún con el bocado que tenía en el ano, no pude contener el grito de dolor que me causó: “¡Aaaagh!”, a lo que él me dijo: “me encanta cuando haces eso, como finges que te duele cuando la realidad es que te encanta que te la meta con fuerza y hasta el fondo” y entonces empezó a entrar y salir de mi culo sin piedad, con fuerza desmedida, sin importarle que esa fruta se fuera a introducir en mi cuerpo y que gritara desesperada por el tremendo dolor que me causaba: “¡Aaaaiii, nooo, ay por favor, me dueleee, aigh!”la fruta puede lastimarme, por favor, entiendelo, pero no le importaba, asi continuamos varios minutos, hasta que me dijo ponte en cuclillas y él se puso debajo de mi, me dijo: expúlsalo, intentaba, pero no podía, estaba realamnete muy preocupada, asi continuaba y nada, tenía miedo, solamente salían fluidos de mi ano, hasta que varios minutos, por fin pude expulsar la fresa, el muy cerdo, lo recibió en su boca, la mantuvo ahí, se levanto y me la paso, cometela ordeno, para después besarme,
    
    Posteriormente, me acosto en su cama y quede abierta de piernas, de repente él sacó completamente su miembro de mi ano adolorido, solo para meterlo otra ...
    ... vez en mi vagina y entonces empezó a alternarlas, me la metía una vez en la vagina y una en el culo, uno y uno, uno y uno; mientras decía: “no sé qué tienes más rico, si el culo o la panocha. Después comenzó a alternar sus metidas, pero ahora lo que hacía era meterlo y sacarlo varias veces en la vagina y luego meterlo y sacarlo del culo varias veces. Era evidente que lo estaba gozando mucho y que no quería terminar, porque de repente se detenía unos segundos con el pene afuera, sin metérmelo y me decía: “no te muevas puta, quédate cómo estás”. Yo borracha y extasiada obedecía. Después seguía, me la metía en la vagina por varios minutos y luego cambiaba a cogerme por el culo. Esas embestidas me hicieron tener otro prolongado y rico orgasmo, -aaaa-mmmm —mientras mordía mis labios, salían mis liquidos que se desplazaban por mis muslos y por el miembro de mi amante, estaba totalmente extasiada y borracha, que no supe en que momento saco su miembro.
    
    Cuando desperté de ese letargo de lujuria, sentí como su boca se acercaba a mi cuello y empezaba a besarlo; eso me produjo una extraña pero agradable sensación; la piel se me erizó y suspiré; mi macho cabrio me dijo: “esto te gusta, ¿verdad puta?, si todas las pinches viejas son iguales, les encanta coger, pero se hacen las santas” y continuó besándome; luego empezó a lamerme toda; comenzó por las orejas, metió la lengua en mi oído derecho y estuvo lengüeteándolo; eso comenzaba a excitarme mucho, sentí como mi piel se erizaba y mi ...