1. El jefe de mi esposo


    Fecha: 22/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... vagina se empezaba a mojar, sobre todo cuando el jefe de mi marido mordisqueó el lóbulo de mi oreja mientras una de sus manos acariciaba mis tetas; involuntariamente empecé a mover las caderas como tratando de recibir un pene grande. Él continuó recorriendo con su lengua mi cuerpo, bajó por el cuello hasta mis tetas; ahí lamió, mordisqueó, besó y mamó de cada una de ellas durante un buen rato; acariciaba con una mano mi vientre, mis piernas y mi entrepierna, pero no llegaba a la vagina; si acaso un dedo pasó cerca de mis labios vaginales, pero sin llegar a nada más profundo. Me tenia totalmente a su merced, era una esclava sexual, y me encantaba y excitaba serlo, gemia como perra en celo.
    
    Posteriormente, completamente tendida en la cama; el colocó ambas manos a los lados de mí y se inclinó, aplastándome con su peso mientras seguía moviéndose, entrando y saliendo de mí con fuerza salvaje; empezó a besarme el cuello y me dijo al oído: “entiéndelo puta, desde que tu esposo Joel adquirió esa deuda conmigo, eres mía y lo vas a ser hasta que yo me canse de ti o te mueras; te voy a coger como y cuando quiera y más te vale darme todo por la buena putita”. La penetración fue dura, salvaje, imponente; el largo pene de mi macho cabrio llegó hasta el fondo de mi vagina sin ninguna resistencia u oposición de mi parte, por el contrario, la lubricación excesiva de mi panocha le permitió meterlo hasta el fondo sin problema y comenzar el movimiento de entrar y salir de mí con fuerza y ...
    ... entonces ambos nos movimos cogiendo como animales; teniendo sexo duro y salvaje, sin pensar ni sentir nada más que eso, ganas de coger salvajemente. No tardé mucho en sentir otro delicioso orgasmo recorría mi cuerpo con una venida tremenda; mi cuerpo se estremecía y se movía sin parar, mi cadera se levantaba para recibir con gusto los embates de mi amante; el placer recorría mi cuerpo de arriba abajo y de regreso y grité sin cortapisas: “¡aaaah yaaa, asíii, dios mío, dios mío, aaaaha!”
    
    No terminaba yo de gozar el tremendo orgasmo cuando Anubis sacó su miembro de mi vagina y tomándome de las caderas me giró para colocarme boca abajo mientras decía: “ahora gozaré otra vez de tu culo putita, sabes que me encanta” y sin más ni más, abrió con sus manos mi culo y me penetró con fuerza hasta el fondo; provocándome otra vez un inmenso placer al sentir ese tremendo animal entrando hasta mis entrañas. De nuevo ambos nos movimos de manera salvaje, gozando del sexo duro y sin tapujos; a los pocos minutos mi ano comenzó a sangrar, ya estaba muy castigado acto seguido mi dueño se vino, descargando toda su leche dentro de mí y llenándome las entrañas con su líquido; al mismo tiempo, como se habran dado cuenta yo soy multiorgasmica, y tuve otro orgasmo, pero se sintió diferente, delicioso e intenso, pero con más suavidad; no lo sé, es difícil describirlo. El jefe de mi señor y ahora mi dueño, cayó rendido a mi lado y solo dijo: “ah que buen palo puta”; yo seguía ensartada. Una vez que ...