El maestro de arte de mi hija
Fecha: 26/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos
... sabroso- le hacía giros con mi lengua en su frenillo, lo cual lo volvía loco, y para no venirse jalaba fuertemente de mi cabello para que me separar de él, pero yo quería seguir, así continuamos por un tiempo. Cuando me dijo, ya te has de ver cansada en esa posición hincante, espera amor, pondré un cojín que tomo del sillón ahora si pon tus lindas rodillas, que atento le dije y volví a mamar.
Posteriormente, le sujeto por sus testículos con la izquierda y sigo con su pene en mi derecha, se le aprieto suavemente poco a poco hacía abajo y me entran unas ganas tremendas de que ya me penetré. Pero sigo con la felación, abro mi boca ligeramente y acercándola a su verga me la meto en mi boca respiro profundamente y le soplo mi aliento caliente sobre ella, me la saco de la boca. Saco mi lengua y comienzo a lamérsela desde sus huevos hacía arriba lentamente, le doy un mordisquito suave, que le hace estremecerse, y le oigo un gemido diciendo: “Oh, siiii, aaah que gustooo… eres la gloria señora Verónica.
Yo al oírlo me la meto completamente dentro de mi boca y comienzo a chuparla haciendo que entre y salga de mi boca, cuando llevo un rato haciéndoselo paro y me dedico a acariciar con mi lengua su frenillo. Entonces él no puede reprimir sus gemidos de placer al suspirar, esto me vuelve loca y mientras él me dice: Eres una diosa, una puta. Empiezo a notar rastros de su rico semen, y me dice voy a orinar, abra su boca y como la ramera que soy obedezco, glup, glup, se escucha salir ...
... de mi boca ocupada por aquella bebida, que combina la orina y el semen.
Me levanta, me besa, y se comienza a retirar su camiseta, lo ayudo y miro un torso delgado pero definido, le doy besos a sus pechos, brazos y hombros, me encanta su torso, me mira y dice es momento de penetrarte levanta el mini vestido, me pone espaldas y mis manos apuntan al sillón y levanta mi culo, mete su lengua en mi ano, escupe en el y también en su miembro, coloco la punta de su cabeza en la entrada mi culo, y penetro de una manera suave mi ano, entro despacio la cabeza, parecía que se atoraba yo gemí y a la vez sentí un rico placer, -segundos después dijo, no quiere entrar todo el pene, respondí, es que está muy cabezón y no deja pasar todo el tronco.
Eduardo respondió; tranquila musa, ahorita entra porque entra- en eso hizo unos movimientos giratorios, y la curva de su pene ingreso -aaaa espera me dolió, sentí un dolor intenso y ardor, me quemaba lo caliente de su verga, y la curva del pene me lastimaba- antes de decirle esto, de un solo golpe metió toda su anaconda –aaaa despacio, maestro, me estas quebrando literalmente, destrozándome- eso quiero mi amor, y empezó unas embestidas muy duras. —¡Ay zorrita! Qué que culo tan rico tienes. —Me dijo el maestro, con un tono muy morboso. Mientras sus manos castigaban muy fuerte mis nalgas. Continuamos varios minutos en esa posición.
Me dijo, ahora siéntate en el brazo del sillón, lo obedecí, entonces él me tomó de la cintura muy fuerte y me jaló ...