Destinados
Fecha: 26/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me llamo Héctor y pensaba que tenía una vida perfecta, unos padres que me querían por encima de todo y salía con Marta la chica más guapa del barrio y mi mejor amiga. Ella y yo nos conocíamos desde niños por ser vecinos, pasábamos la mayoría del tiempo juntos. Si no era en su casa lo era en la mía, perdí mi virginidad con Marta y la primera vez fue un desastre. Estamos muy nerviosos los dos, me puse el condón al revés y se le quedó dentro a Marta. Eso nos asustó mucho y al no poder sacarlo, Marta pidió ayuda a su hermana mayor.
Eso, incremento el sentimiento de vergüenza que teníamos los dos, más si cabe por la hinchada a reírse que se metió su hermana, no sé cómo lo solucionaron pues se metieron en el baño. Marta salió roja de vergüenza, mientras su hermana se seguía riendo. Después nos dio unos consejos que pusimos en práctica la siguiente vez que lo intentamos.
Tampoco fue para echar cohetes, pero esta vez por lo menos pudimos hacerlo, los dos quedamos algo decepcionados con nosotros mismos, pero la verdad es que conseguimos darnos placer y eso nos motivó para seguir experimentado y conociendo los gustos del uno y del otro. Muchos no apostaron ni un duro por nuestra relación, pues Marta era una mujer de bandera con banda de música y yo aunque tenía cierto atractivo, no destacaba en nada más, salvo en mi sonrisa que según Marta le hacía sentirse bien en los días que se sentía triste y abatida.
Me mantenía en forma, pero más prensando en mi salud que en gustar a ...
... las chicas, no lo necesitaba ya tenía a una chica preciosa enamorada de mí. En el instituto nos protegíamos mutuamente, los chicos me tenían envidia y las chicas no entendían como una chica del calibre de Marta podía estar con alguien tan corriente como yo. Ninguno de los dos hizo caso y seguimos amándonos más si cabe, todo cambio cuando termino el instituto y empezamos la universidad.
La noche antes de empezar la universidad, note a Marta preocupada. Ella había ido a visitar la universidad donde iríamos, ella a la facultad de medicina y yo a la de derecho. Yo no pude ir por echar una mano a mi padre, este tenía una tienda en la que reparaba electrodomésticos junto a mama, pero mama estaba con gripe y me toco ayudar. La verdad sea dicha no me quedo muy claro si ayude o estorbe a mi padre, pero la verdad que nos reímos mucho y pasar tiempo con mis padres siempre era un verdadero placer.
Mis padres con la tienda ganaban bastante bien, pero no éramos ricos, yo decidí quedarme con ellos en casa pues la facultad me quedaba relativamente cerca. Marta decidió compartir piso con unas chicas que había conocido, cuando estuvo visitando la facultad. A mí me pareció raro, Marta era una persona que no otorgaba su confianza muy fácilmente. Me dijo que de esa forma podría aprovechar mejor las horas para estudiar y que viniendo hasta su casa perdería.
Yo no desconfié de ella, porque tendría que hacerlo. Nunca me dio motivos para hacerlo. Las alarmas se empezaron a encender, cuando ...