1. Oficialmente cornudo...


    Fecha: 10/12/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... iniciativa y hagas que las cosas pasen. En adelante, yo no voy a intervenir más. Me parece bien, contestó ella; de acuerdo.
    
    Pasó el tiempo y las cosas parecieron enfriarse. No volvimos a hablar del tema. Seguimos saliendo, pero sin expectativa alguna. Aparecían las personas y las oportunidades, pero nada sucedía. Una noche, incluso, un señor dominicano, bastante guapo, puso los ojos en ella y le propuso, muy atrevidamente, llevarla a su habitación. Yo los esperaría en el bar del hotel según lo acordado. Y se fueron. Imaginé de todo y la espera se hizo angustiante. Casi dos horas después aparecieron de nuevo, pero nada había sucedido. Se habían ido a caminar, a charlar, a conocerse un poco más sin mi intrusa presencia, pero nada había pasado. Y yo, imaginándome de todo.
    
    ¿Qué pasó, pregunté después, acaso el tipo no te excitaba con su sola presencia? Sí, pero el tipo es un caballero. Nunca forzó las cosas. Pues, como el tipo propuso que te llevaba a la habitación y me comprometió a que los esperara, estaba convencido que esta vez sí iba a pasar algo. No, contó ella, me dijo que quería estar a solas conmigo y me invitó a pasear por la playa, pero nada más. Tal vez quiso darte celos. No sé. Vaya pendejada, dije yo.
    
    Después de aquello, la verdad, me desinteresé del asunto. Le propuse que exploráramos páginas de contactos, donde quizá pudiera aparecer lo que quería. Podía pasar tiempo mirando y mirando candidatos, charlando desinteresadamente, sin presión y sin apuro. ...
    ... Era ella, al fin y al cabo, quien decidía si algo iba a pasar.
    
    No pasó mucho tiempo cuando me propuso que le tomará unas fotos sugestivas para compartir en la página con los contactos que iban apareciendo. Bueno, decía yo en aquel entonces, ¿no tienes bastantes fotos tuyas para compartir? De esas que a ustedes les interesan no. ¿Y cuáles son las que a nosotros nos interesan? Ya tú sabes, decía, esas donde uno muestra todo. Es que, si no muestras la mercancía, difícilmente te vas a promocionar en ese medio, le decía yo riéndome.
    
    Así que, a petición de ella, le empecé a tomar fotos en diferentes poses, con diferentes atuendos, semidesnuda, desnuda, de frente de espalda, de lado, en poses sugerentemente sexuales. En fin, todo un catálogo. Al parecer aquello le estaba gustando e imagino que su página se estaba llenando de fans. Me contaba que había hablado con uno, con otro, alguien de aquí, alguien de allá y la cosa parecía marchar bien. Poco después insistió en que al computador le hacía falta una cámara de buena resolución. Vaya, vaya, y como para qué, preguntaba yo. A veces piden activar la cámara y no siempre se ve bien.
    
    Pasaba el tiempo y ella parecía estar conforme con lo que venía haciendo. El tema de las fotografías nos había llevado a visitar sex shops para comprar ropa sexy y diferentes atavíos, de manera que pudiera tener variedad en su catálogo. Creo que eso la fue empoderando y haciéndole tomar más confianza. Todos, como podía ver en los comentarios, querían ...
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