1. Sobreprotegiendo a mi sobrino


    Fecha: 10/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos, la sentí caliente, tanto que fue como si me quemara. Me dije a mí misma que lo estaba haciendo para salvar a Felipe, pero lo cierto es que la calidez en el interior de mi cuerpo me indicaba algo distinto.
    
    C: —Así me gusta, que seas obediente —en cuanto mi mano hizo contacto con su tranca.
    
    Ignoré su comentario y comencé a acariciar esa caliente verga. Era tan maravillosa, lo único malo que poseía era que pertenecía al matón que molestaba a Felipe. Si esa cosa fuera de Mi Mor, sería simplemente genial.
    
    Y: —¡Ahh! —un leve gemido escapo de mi boca. Me estaba mojando cada vez más. La forma en que ese joven usaba sus manos y su boca era maravillosa.
    
    Sé que es el matón de Felipe, sé que no debería hacer eso, pero se siente tan bien solo ser tocada. En mi mente, no pude evitar preguntarme como se sentiría si no solamente fueran toqueteos.
    
    Suelto otro gemido, las caricias que ese chico le da a mi vagina son tan geniales que mi cuerpo se estremece entero.
    
    Entonces, Cristian se agachó, suevamente saco mis zapatos de mis pequeños pies, paso sus manos desde mis pies hasta mi cintura acariciando mis piernas y mientras posaba sus labios sobre mi pezón izquierdo, metió sus manos en la cintura de mi pantalón intentando bajarlo. Yo levanté mis caderas permitiéndoselo. Él aprovechó mi inesperada cooperación para también quitarme la ropa interior que ya estaba empapada.
    
    Y así de pronto, estaba desnuda en la casa del matón que molestaba y golpeaba a Felipe. Aunque lo ...
    ... peor de todo no era eso, sino que me encontraba muy excitada.
    
    C: —Estorbaban — soltando mis bragas hacia el piso de la sala.
    
    Y: —Vaya que sí… — jadeando y provocando una sonrisa de su parte.
    
    Entonces retomó lo que estaba haciendo. Con una de sus manos acariciaba mis pezones y con la otra hacia lo mismo en mi vagina. Llevó su boca a mi cuello y comenzó a besarlo y lamerlo.
    
    Mientras tanto yo seguía acariciando su verga, moviendo una de mis manos de arriba hacia abajo, y recorriendo toda la extensa longitud de ese maravilloso pene.
    
    De pronto sentí como el muy cabrón metió uno de sus dedos en mi vagina, y luego otro. La sensación fue como si acabara de perder todo el aire de mis pulmones, placentera, pero molesta a la vez.
    
    Él movió sus dedos con rapidez, encontrando el lugar más sensible de mi cuerpo. No tardé en comenzar a revolverme por el placer en el sofá.
    
    C: —Me imaginé que ibas a luchar un poco más — sonriendo —. No esperaba que en realidad si fueras una puta.
    
    Y: —Vete a… la chigadaaa… —dije como respuesta.
    
    A pesar de decir eso, la verdad es que para ese momento yo estaba completamente entregada al placer. La forma en que movía sus manos en mi cuerpo me calentaba más y más.
    
    Sus dedos continuaron explorando el interior de mi vagina durante varios segundos. Parecían dos aventureros adentrándose en una cueva en la cual no ha habido nadie en años.
    
    C: —Estas bien rica y sabrosa, puta— lamiendo mi cuello, besándolo con pasión —. Quiero cogerte, lo ...
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