Samantha: Corrupción y perversión de una casada
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... dirigiendo ambas manos hacia su pequeña cintura desnuda ya que ni el suéter ni su blusa eran tan grandes para cubrir esa parte de su piel. Entre más se acercaba ese sujeto, Samantha más penetrante sentía ese olor. Samantha por mero instinto intento dar un paso hacia atrás para alejarse de aquel pútrido olor, pero ya era muy tarde. El sujeto ya la tenía bien agarrada de su cintura. La mujer bajo su mirada y pudo ver preocupada como la cabeza de aquel esperpento descansaba a unos centímetros arriba de sus pechos. Podía sentir la respiración caliente en su piel desnuda que dejaba su blusa de tirantes.
A diferencia de las cálidas y nuevas sensaciones que había sentido cuando había tocado la mano de ese viejo, ahora las sensaciones eran muy diferentes. Ahora lo que sentía era un miedo y hasta cierta incomodidad. Y es que la curvilínea casada sentía que en cualquier momento entraría algún cliente y los encontraría en tan cálido abrazo.
-Ay, Don Cresencio. Yo creo que ya fue suficiente jijiji- le susurraba la mujer con una risita nerviosa sin dejar de mirar a la entrada del local.
-Solo un momentito más Samanthita, es que hueles muy rico- diciendo eso, el hombre daba una fuerte inhalación como si su vida dependiera de ello y es que en su miserable vida había tenido tan cerca una hembra tan rica como la que hoy tenía, así que buscaba por todos los medios el alargar lo más posible el tiempo de tenerla entre sus brazos.
-Jijiji me hace cosquillas Don Cresencio- fue lo ...
... único que dijo la aun fiel esposa mientras bajaba su mirada y veía como ese viejo continuaba con sus fuertes respiraciones y el roce de su piel desnuda con esa barba de un par de dias sin rasurar que le ocasionaban esas cosquillas.
No se había dado cuenta Samantha por estar entretenida viendo como el viejo trataba de capturar su esencia, pero el viejo ya había comenzado a mover sus callosas manos, subiendo aún más ese suéter y esa blusa, haciendo que ahora si su cintura y gran parte de su vientre quedaban al descubierto.
La mujer al darse cuenta de lo que estaban haciendo esas atrevidas manos no puedo evitar dar un pequeño brinquito ya que el sentir esas manos rasposas ahora tocando una parte más sensible, la había tomado por sorpresa. Si bien, el viejo ya le había demostrado ser atrevido y coqueto con esas miradas que le había estado dando desde que entró a su local, nunca creyó que pudiera ser más atrevido. Pero para sorpresa de ella, esa acción no le molestaba más bien le causó cierta gracia su insolencia. Pensaba que era como cuando ella era más joven y hacia algo malo a escondidas de sus papás, sabía que no lo debía de hacer porque sus papás la castigarían, pero la adrenalina de ser descubierta le gustaba mucho. La misma sensación de adrenalina de ese entonces comenzaba a renacer dentro de ella, sabía que todo eso era malo, que si alguien la viera en esa situación con ese viejo y le dijera a su esposo sin duda alguna le traería grandes problemas. Pero para su sorpresa ...