¡Hijo, me tienes harta!
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... colgados en perchas, una encima de otra. La mujer comenzó a rebuscar en una zona específica, asintiendo la cabeza justo cuando sacaba uno de los disfraces. Siguió buscando entre la montonera de ropa que pendía de una barra de metal y otros dos acabaron en sus manos.
—Estos son los tres que tengo para mujer. —echó un vistazo rápido y María sintió los ojos de la mujer recorriéndola el cuerpo— Creo que te van a sentar de maravilla.
En la puerta, el sonido de la campanilla advirtió a la dependienta que otro cliente había llegado. Se acercó a una mesilla de cristal cercana y los depositó en esta con sumo tacto, mirando después a María que estaba tensa como un cable de acero.
—No te preocupes, tienes tiempo. —la regente de la tienda era de lo más amable. Se dio la vuelta para mirar a la puerta y acabó de añadir— Voy a atender a esa chica, si necesitas otro disfraz o cualquier cosa me llamas. Te dejo sola para que puedas decidir.
María tenía delante de ella las opciones, y antes de que la mujer se alejase con pasos lentos y acolchados por unas cómodas zapatillas, ya tenía uno como elección principal. Era el más caro, pero también el más completo. El disfraz era que más se acercaba a la realidad, con un pantalón largo, un polo de manga corta y los demás accesorios básicos, era el idóneo, la viva representación de lo que imaginó en la cama.
Sin embargo, no quería precipitar su elección, por lo que ojeó los otros dos por mera curiosidad. Uno de ellos, directamente, lo ...
... volvió a colgar en la larga barra de metal, aislado con los demás disfraces a la espera de ser comprado. Era demasiado explícito, con una camisa de pocos botones que dejaba al aire el escote de forma directa y, una falda tan pegada como pequeña que más parecía un cinturón.
Puso atención en el otro que tenía, no lo quería descartar con tanta rapidez. Parecía más moderado, un vestido de color azul marino algo ceñido, tenía una cremallera que podía abrirse hasta el pecho y terminaba en una falda plisada que, por lo menos, la cubría los muslos. La modelo que posaba en la foto de la esquina superior derecha, se veía realmente sensual, pero también poderosa y autoritaria. Tenía un cinturón pegado que portaba tanto la porra, como las esposas, además de una pistola que enseñaba amenazante.
Cogió los dos en el aire, mirándolos detenidamente y cedió a unos impulsos que nacían dentro de su alma y que, desde la noche anterior, no podía detener. Colgó de nuevo en la barra uno de los disfraces que la amable dependienta le había sacado y caminó por la tienda con el otro en la mano.
No levantó el rostro y esperó paciente a que la mujer la atendiese para cobrarle el nuevo disfraz que iría directamente a su casa. María no podía dejar de mirar la foto de la esquina superior, meditando sobre porque había elegido ese… el más sexi de los dos.
Por supuesto, buscó excusas en su mente, el precio era menor y, para usar una vez o ninguna… no iba a gastar una burrada. Aunque se acabó riendo de ...