¡Hijo, me tienes harta!
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... hacer, sin saber muy bien si era por lo raro de la situación o por… la propia excitación.
Resopló con fuerza delante del espejo y salió del baño con una decisión como nunca antes. Tenía todo el equipo listo, vestido (con su placa y logos), cinturón con esposa y porra, gorra, gafas, botas y… unas ganas de lucirse por completo que no eran normales.
Anduvo por el pasillo con fuertes pisadas, como si se tratase de un desfile y ella fuera la que marcara el paso. Llegó hasta la puerta de su hijo y teniendo un leve instante de duda, detuvo la mano a unos milímetros del pomo. No era tiempo de dudar, el personaje que se había cultivado en su interior había tomado el mando de su cuerpo y con fuerza entró en el cuarto de su hijo.
Todo estaba oscuro, apenas unas líneas de luz entraban por las rendijas de las persianas que dibujaban extraños rectángulos en la alfombra. Javier estaba dormido, siempre lo estaba y aquello calentó más a una mujer que ya venía con un enfado preparado.
Dio zancadas poderosas, que resonaron en la habitación debido al peso de las botas. Con gran fuerza y sin reparar en el bienestar de la ventana, alzó la persiana dejando que el caluroso sol de verano inundase la habitación. Javier se despertó de golpe, aunque más bien, se tapó con la manta para que el sol no le desintegrara al igual que a un vampiro.
—¡Despierta! —gritó con la autoritaria voz que parecía concederle aquel disfraz.
Javi apenas reaccionó, solo se hizo una bola en la cama, ...
... totalmente cubierto por las sabanas, debajo de las cuales, se creía a salvo. Para nada iba a escapar de la agente especial Bermúdez, su especialidad eran los chicos díscolos y este no era más singular que los otros. Con gesto torcido y los mismos pasos sonoros que al entrar se colocó al lado de la cama.
Dio un fuerte tirón, hasta tal punto que si Javier las hubiera tenido aferradas con más ganas se hubieran desgarrado a la mitad. No fue el caso y la tela voló como un fantasma por encima de la cabeza de María hasta caer en un rincón al que nadie le importaba.
Javier estaba con su calzoncillo, colocado en posición fetal y tratando de volver a dormir o, al menos, simulándolo. María no quería que la engañara, sacó su porra del cinturón, meciéndola en su mano y obviando ese fuerte olor que de seguro nacía en el calzoncillo de su hijo. Un sentimiento fuerte, de poder… que nunca antes probó recorrió su alma, aunque también, una excitación que la abrasaba.
Levantó tras su cabeza el trozo de plástico, tenía cierta dureza y podía hacer daño a alguien si se lo proponía. María, o más bien la agente Bermúdez, después de alzar la porra en el aire, justo en el momento que la empezó a bajar, esperó provocarle un leve dolor a su hijo.
Le golpeó con fuerza en el muslo, emitiendo un sonido de choque que rápido se colapsó por el quejido de Javier, que abrió los ojos con una estupefacción completa sin tener ni idead de lo que estaba ocurriendo.
No le dio tiempo a asimilar por qué su madre ...