¡Hijo, me tienes harta!
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... esposas, con la cadena de plástico rota a la mitad. Su pene seguía tan duro como antes, incluso más grande debido a la sangre que viajaba con ayuda de la gravedad. Sobre este se podían observar las manchas blancas de sus fluidos mezclados con el propio semen que caminaba en borbotones hacia sus piernas. Una de las grandes gotas ahora yacía en su muslo, de una pierna que se movía hacia ella.
—¿¡Qué…!? Javi, ¿qué…?
No logró terminar su pregunta. Su hijo la rodeó con sus brazos, alzándola en el aire como una simple hoja seca de otoño. María se quedó de piedra, observando el movimiento de su hijo que la tenía en volandas mientras su polla oscilaba duramente de un lado a otro.
Por el propio movimiento rudo del joven, la silla salió volando hacia atrás con sus pequeñas ruedas. Javi dejó caer a su madre de forma pesada al lado del escritorio, formando un estruendo con las botas al tocar el suelo. No hubo miradas, solo podía ver el fuego que había en sus ojos, parecía que había despertado a la bestia.
Las manos la apresaron la cintura, donde su cinturón de pega sujetaba la porra y las esposas, ambas lejos de sus manos. María se quedó de cara a la pared, con el escritorio justo más arriba de la mitad de sus muslos, casi en su cadera. Con ligera fuerza, las manos de su hijo la empujaron, dejando caer la parte superior de su cuerpo sobre los libros.
—¡Estoy cansado de esta brutalidad policial! —María sintió el pene de su hijo, como golpeada pesadamente sobre su nalga ...
... derecha. Estaba empapado y resbalaba como si lo hubieran untado en mantequilla— Siempre abusa de su autoridad, agente Bermúdez. ¡Es momento de rebelarme!
No podía decir nada, estaba perpleja ante como había desembocado la situación. La polla de Javi reptaba por su nalga dejando un rastro de líquido caliente mientras uno de sus folios se pagaba en su rostro.
Notó la mano de su hijo agarrándola de la muñeca y colocándola a su espalda, al tiempo que la otra estaba dirigiendo su pene a un lugar muy cálido.
—Va a ver lo que las hago a las policías corruptas como usted. —en su voz se podía sentir el cargamento de lujuria.
Javi estaba súper caliente, más que en toda su vida, y metió dentro de su madre todo lo que la genética le había dado sin esperar una invitación o el permiso de la mujer. La espalda de María se curvó y apretó los dientes de la impresión, el poder de su pequeño era brutal.
El joven todavía seguía con la muñeca de su madre sujeta, aprovechando esa situación, la movió la otra la mano y le juntó ambas en el mismo punto, atrapándola con un agarre. María, en un visto y no visto, apresada, con la cara y las tetas en el escritorio lleno de folios, y con una enorme polla metida en su cuerpo, se volvió a sentir más cachonda que en toda su vida.
—¡Socorro…! ¡Socorro…! —simuló pedir ayuda volviendo a meterse de lleno en su papel— ¡Un preso, hijo de puta, desobedece a la autoridad!
De pronto, la primera temible penetración la silenció, surgiendo en su interior ...