1. En la oscuridad de una callecita


    Fecha: 11/12/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estuvimos otro ratito, hasta que me acomodo en una de las especies de maceta colocando mis manos sobre la superficie, abriéndome ligeramente de piernas y poniendo mi nalgatorio en pompa…era su turno…le causa gran placer mamarme mi hoyito depilado. Uff a mi me gusta muchísimo…es un experto…mete su lengua que da chispazos, haciéndome ya gemir como potra dominada. Desde ese ángulo podía ver casi de frente a los policías que seguían dándole a lo suyo e incluso se turnaban sus manos para chaquetearse uno al otro…ufff sus cosotas eran de buen nivel y estaban super paradas.
    
    Oso prácticamente ya me tenía a su merced, así que sin piedad y sin llorar se separo de la chupada de culo que me esta ofreciendo para tomar la frazada del suelo y ponerla en una especie de banca que se formaba en la maceta, la altura era ideal para su estatura y la mía.
    
    En silencio, en un acuerdo mutuo con la mirada me puse de perrito a la orilla de donde puso el pedazo de tela, él se acomodo atrás de mí…y empezó a meterme su virilidad, centímetro a centímetro me fue clavando ante la mirada y el movimiento de manos furibundo de los mirones.
    
    AYyyy…ese dolorcillo inicial…le musite…espérate, ahí déjalo papi…no te muevas, deja que me amolde.
    
    Yo solita, me empecé a acomodar, Oso ya sabe que primero debo adaptarme en mi estrecho canal ante el intruso invasor. Una vez que le di varias repegadas, él sabedor de la técnica, me tomo de la cintura alternando con ponerme su manos en mis hombros o tomar mis ...
    ... dos manos y darme una super estocada de mete y saca. Por el acomodo y porque se guardar mi juguete natural del frente, los polis solo podían ver unas nalgotas empinadas, un vestido arremangado a la cintura y a un buey dándome haciéndome gemir y gemir y sonaba y sonaba el choque de pieles.
    
    Por el silencio, esos sonidos sonaban con demasiada sonoridad, pero las casas cercanas estaban lejanas con luces apagadas y clarito se escucho cuando un poli le dijo al otro: uta madre que buena vieja se esta chingando este cabrón.
    
    Eso animo a Oso a cambiar de pose…se desenchufo cuidando que no se me quedara el condón entre las nalgas. Al apretar, a veces eso pasa. Se acomodo ahora, él sentado. Era mi turno de cabalgarlo dándole la espalda, otra vez quede de tal forma que los polis veían una larga caballera agitarse al ritmo de mi bamboleo, escuchar un sonoro ruido de pieles en juego, mis gemidos de hembra gozando. Ufff esos cuates también tenían aguante, seguían dándole a sus mazacuatas.
    
    Mis movimientos con el cachondeo de verme en plena faena ya eran de un fervor hirviente. Oso gruñía, por lo que comento: despaciiio putaaa..espera.
    
    Obediente pare, rezumbando sudor ya por todo mi maquillaje casi corrido.
    
    Me destrabo, me acomodo con cierta dulzura recostada, tenía pastito del fino la superficie, así que me puso mis piernotas en sus hombros para volver a ponerle de lo lindo.
    
    De repente se volteo y les hizo señas con la mano para que se acercaran ya a la mera acción los ...