1. Pigmalión


    Fecha: 22/12/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mejillas. Después, lentamente, le fue dando besitos hasta llegar a su cuello. Ella olía suavemente a perfume. Le susurró.
    
    -Alba..¿Alguna vez has tocado una polla?
    
    -No...nunca....
    
    -¿Quieres tocar la mía?
    
    Ella sólo la apretó, mordiéndose el labio. Aún no se atrevía a decirlo.
    
    -Venga. Dilo. Di lo que deseas.
    
    -Sí...lo deseo.
    
    -¿El qué?
    
    -Tocarte... la...polla
    
    John se bajó la cremallera, metió su mano y se sacó la polla. Alba la miró, con los ojos abiertos como platos, casi sin respirar. Le pareció una polla enorme.
    
    -¿Qué te parece? ¿Te gusta mi polla?
    
    -Es...enorme.
    
    -Jajaja. No tanto. Sólo un poco por encima la media. Venga. Acerca tu mano. Agarra tu primera polla.
    
    No tuvo que repetírselo. Alba alargó su mano derecha y agarró la dura polla de John. Casi se hace sangre en el labio de lo fuerte que se mordió.
    
    La polla era caliente. Dura y suave a la vez. Y la sentía latir. Su coño se mojaba más y más. John la miraba, sonriendo. Miraba como los ojos de la chica estaban clavados en su polla. Como brillaban. La miraba casi con adoración. Alargó una mano y la puso alrededor de la mano de Alba que asía su polla. La empezó a mover, lentamente. Arriba...abajo...arriba...abajo..
    
    -Ummmm, eso es Alba. Me estás masturbando. Me estás haciendo una paja. Me encanta tu manita.
    
    Ella enseguida aprendió. John le soltó la mano y ella siguió sola, sin apartar sus ojos de la polla. Lo hacía despacito, apretando. De vez en cuando miraba a John a los ojos, ...
    ... buscando su aprobación. El tenía una expresión de placer. Placer que ella le estaba dado. Eso la excitaba más.
    
    -Bésame Alba. Dame un beso.
    
    Sin soltar la polla, se acercó a él y se empezaron a besar. Al principio tímidamente. Poco a poco, con más pasión. Alba empezó a gemir cuando sintió los dedos de John empezar a frotar su coño. Nunca había estado tan mojada como en ese momento. Cerró los ojos y besó al hombre cuya polla acariciaba.
    
    John encontró su clítoris y lo frotó con las yemas de dos dedos. Sabía que ella se correría pronto. Conocía a las mujeres, y Alba estaba a punto de estallar.
    
    El orgasmo fue arrollador, intenso. Apretó con fuerza la polla al tiempo que todo su cuerpo se tensaba. Su coño se mojó más, expulsado jugos que John esparció, dejando toda la zona pegajosa.
    
    Cuando dejó de correrse, Alba se quedó floja. Su cara cayó
    
    sobre el pecho de John. Se quedó unos segundos así. Las piernas abiertas. Apoyada sobre él. Y la polla, agarrada, como si temiese que se escapase.
    
    -Alba...
    
    -Ummm, dime, John
    
    -Desnúdate.
    
    Ella sintió una punzada de pánico. Eso significaba que él vería su cuerpo. Ese cuerpo que la había avergonzado durante toda su vida. Pero la polla que palpitaba aún en su mano, la convenció. Cerró las piernas, se sentó en la punta del sofá y apartó su bello cabello rojo. John bajó la cremallera y tiró del vestido, que cayó hacia adelante.
    
    John miró la blanca piel de la chica. Sus tetas, aún escondidas tras el sujetador. Ella vio como ...
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