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Pigmalión
Fecha: 22/12/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... endiablada boca de John. Su lengua parecía tener vida propia. Lamía justo donde más placer le daba. Los labios chupaban justo en donde más sensible era. Perdió la cuenta de los orgasmos que tubo. John no se cansaba. Seguía chupando, lamiendo, buscando hacerla correr una y otra vez. Hasta que ella ya no pudo más. Su cuerpo estaba agotado de tanto placer y tirando de su cabeza, lo apartó. Él sabía bien que ella había llegado al límite...por ahora. Se apartó y se tumbó junto a ella. La miró. Alba tenía los ojos cerrados. Una expresión de paz en su rostro. John se dijo que era una lástima que ella fuese tan tímida. Le pareció un chica atractiva. Su rostro era bello. Sólo necesitaba quererse un poco a sí misma y sería feliz. La estuvo mirando más de un minuto, hasta que ella abrió los ojos. -Creí que me iba a matar de placer. -jeje, de eso no se muere. La besó. Alba notó el sabor salado de su propio coño en la boca de John. No le importó y buscó su lengua con la suya. Contra uno de sus muslo notó la dura polla. John se apoyó en un codo. Sonriendo, con una mano se fue desabrochando los botones de su camisa. Se la quitó. Alba se quedó maravillada con su cuerpo. Cuerpo de adonis. Musculado, sin apenas grasa. Lo miró embelesada. -Puedes tocarme, si quieres. Claro que quería. Recorrió sus pectorales, sus abdominales. -Eres hermoso. -Gracias. Mi trabajo me cuesta. Horas de gimnasio. -Pues te cunden mucho esas horas. La mano de Alba fue bajando. ...
... Llegó al pantalón y bajó más. Hasta agarrar la polla. -Desabróchame el pantalón. Siendo la primera vez que lo hacía, le costó, pero al final lo logró. John se los quitó y los dejó en una esquina del sofá. Ahora los dos estaban desnudos. La mano de Alba volvió rápidamente a coger la dura polla. El llevó una de las suya al coño. Buscó la entrada de la vagina y la penetró con un dedo. Enseguida notó el himen. Y notó como Alba se tensaba. La miró. -Para muchas mujeres, la primera vez quieren que sea algo especial. Con el hombre a que aman. -Yo no amo a ningún hombre. Sacó el dedo y frotó su clítoris. Alba gimió. -¿Quieres que sea yo, Alba? ¿Quieres que sea el primero? -Tengo miedo. -No tienes por qué. Seré muy delicado. -¿Tú lo deseas? Si no te hubiesen pagada... si yo no fuese una clienta...¿Querrías hacerlo conmigo? -Alba... te aseguro que en estos momentos lo que más deseo es... follarte. -¿De verdad? -De verdad. Deseo follarte, Alba. Lo deseo. Te deseo. Aquellas palabras y la polla palpitante en su mano convencieron a Alba, derrumbando sus últimas murallas. -Y yo... te deseo, John...Deseo que me folles. Deseo que me desvirgues de una jodida vez. John buscó algo en su pantalón, que había dejado . Sacó un preservativo envuelto en su plateado y cuadrado envoltorio. Lo abrió y sacó la gomita. -Me imagino que nunca has puesto un condón. -Nunca. -Pónmelo tú. John se arrodilló y le dio el preservativo. Le indicó como tenía que ...