Pigmalión
Fecha: 22/12/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que hacer hoy, y me apetece salir a cenar. Y me apetece salir a cenar contigo.
-Oh, valla...pues...uf...no sé
-Venga mujer. Vayamos a cenar. Después nos tomamos unas copas.
-Vale.
Lo dejó allí y se fue a preparar. Se duchó, se puso su mejor vestido y volvió al salón.
-Ummm, estás preciosa, Alba.
La noche fue maravillosa. Alba estaba encantada de salir con John. Un hombre tan guapo. Sentía las miradas de las demás mujeres. Y las miradas de los hombres. Pensó que se preguntarían que tendría para que un hombre como John saliese con ella.
Le importó un bledo todo. Sólo le importaba que estaba con John. Su corazón no dejó de latir en toda la noche.
Después de la estupenda cena fueron a un pub a tomar una copa. Alba no recordaba ser tan feliz en toda su vida. Sabía lo que era John. Sabía que para él ella sólo era una clienta. Pero en ese momento, no le importaba. Estaba con él y eso era lo único importante.
La sacó a bailar. Un baile lento. Se abrazaron y giraron despacito en la penumbra de la pista. Él acercó su boca a su oreja.
-Alba... te deseo.
-Ummm John. Y yo a ti.
-Vamos a tu casa.
Cogidos de la mano, salieron del local. Se subieron al coche y se dirigieron a la casa de Alba.
En el ascensor la besó con pasión. Allí mismo la masturbó y la hizo correr entes de llegar a su piso. La ropa de los dos fue cayendo por el pasillo, y cuando se tiraron sobre la cama, ya estaban desnudos.
Fue la mejor noche de sexo entre los dos ...
... hasta ese día. Cado uno hizo gozar al otro. Algo que a los dos le encantaba era cuando John se acostaba boca arriba. Ella se ponía de lado, a la altura de su polla. Y empezaba a hacerle una lenta y sensual mamada. Él, mientras tanto, la masturbaba, pasando sus dedos a lo largo de la raja de su empapado coño. Le metía uno o dos dedos, follándola con ellos, gozando de la cada vez más experta boca de la chica.
Muchas veces ella se corría más de una vez, sintiendo los dedos frotar, sintiendo la polla entrar y salir de su boca. Viéndolo a él gozar. Pero siempre, siempre, su último y más intenso orgasmo era cuando él se corría y le llenaba la boca con su leche. Alba se corría sintiendo como el caliente líquido bajaba por su garganta hasta su barriguita.
Terminaron follando a la manera tradicional. Ella debajo. Él, encima. Mirándose, besándose, acariciándose. Despacito, sintiéndose el uno al otro. Hasta que en pleno orgasmo Alba sintió en su coño el calor del orgasmo de John.
Después, se abrazaron y descansaron. Y por primera vez, se durmieron juntos.
John se despertó de madrigada. Sintió el calor del cuerpo de Alba junto al suyo. Sin despertarla, se separó de ella y se levantó.
La miró. La encontró hermosa. Sin hacer ruido, salió de la habitación, recogió su ropa y se marchó. Regresó a su propia casa.
Y entonces, se dio cuenta de una cosa. Era la primera vez, desde que llegó del pueblo, que salía con una mujer. No como salía con una clienta. Que salía con una ...