1. Nos quedamos sin gasolina, no sin placer


    Fecha: 23/12/2024, Categorías: Transexuales Autor: Donatien, Fuente: CuentoRelatos

    Parte 1
    
    Todo fue un caos es fin de semana, un verdadero infierno de placer, por decir algo, tuve un viaje a la ciudad de México de último minuto, no había oportunidad de buscar ni avión ni camión, tenía que ir en mi propio carro, manejando solo hasta allá.
    
    Sin embargo, no perdí la oportunidad de avisarle a mi amante que estaría por allá, esperando pudiera ir ella a la CDMX, pues de su ciudad había salidas continuas y su trabajo desde casa le permitían moverse sin problema. Ella estaba encantada de que fuera, pero me pidió un favor, pasar por un amigo personal de ella, en un pequeño poblado que me quedaba de camino, una desviación que representaba más o menos 2 o 3 horas de diferencia.
    
    Me prometió que lo compensaría. Y vaya recompensa.
    
    El viaje gracias a la aplicación de mapas no hubo ningún problema, el chico me esperaba en la tienda del pueblo, lo encontré dándome la espalda, vestía uno sknny jeans blancos y una camisa ajustada azul y un chaleco del mismo color. Me costó trabajo reconocerle pues a simple vista pensé que era mujer, por su figura estilizada y su culo redondo. Hasta que volteo y me dijo eres Nico. Me mandó tu foto Mon Cerise. Sin esperarlo me dio un abrazo mucho más caluroso de lo que esperaba.
    
    -Vale, vale. Le dije. Metamos tus cosas a la cajuela.
    
    Se gira y agacha para sacar de la maleta sus lentes de sol, con su movimiento, los pantalones que estaban a la cadera dejaron ver una tanga de hilos rojos con un pequeño anillo con brillos que ...
    ... sostenía los tres hilos que sostenían aquella minúscula prenda. Toma sus pertenencias, dos maletas de mediano tamaño, al tiempo que le digo: la cajuela está abierta, ¿gustas algo de la tienda? – solo unas mentas y cervezas si no te incomoda.
    
    Compro las mentas, una pequeña hielera en promoción con 12 cervezas y una botella de tequila, además algo de botana y sus pastillas de menta. Pensaba que eso me ahorraría dar vueltas por la ciudad de México comprando cosas.
    
    Dejo las cosas en el asiento de atrás, y él ya está sentado al frente, cuando subo me doy cuenta que se ha quitado sus zapatos y a puesto sus pies sobre el tablero, desnudos con las uñas pintadas de rosa pálido, -ay, me puse cómodo, si te molestan dime.
    
    -No para nada, respondo, viendo que también lleva dos pulseras en cada tobillo, cada una con un corazón dorado. Que debo reconocer, le quedan muy bien. –Bueno empieza el viaje, digo en voz alta.
    
    Sin conocer el pueblo y creyendo que voy en la dirección correcta tomo la carretera libre, no el libramiento que me llevaría a la autopista. El problema surge cuando el tanque de gasolina marca que estamos en la reserva. Con las prisas, y la vuelta a recogerle olvide llenar el tanque, o mejor dicho lo deje pensando que entraría en cualquier momento a la autopista. Sabía que aun podíamos recorrer unos 20 minutos, tenía la esperanza que encontraría una gasolinera o un estanquillo donde vendieran algún bidón con combustible.
    
    Parte 2
    
    En el camino, me conto que se llamaba ...
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