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Relájate y disfruta
Fecha: 24/12/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... que lo hace sonreír pícaramente. Sus manos van a mi cintura y automáticamente las mías se prenden de su cuello, bailamos un par de canciones lo más pegados posible, sintiendo nuestros acelerados corazones sus ojos son fuego puro y mi boca busca la suya un beso, lento uno que reconoce y expone intenciones, dos lenguas que se buscan con desespero y unas cosquillas que empiezan a cobrar vida en mi interior, pero no soy la única, siento como algo debajo de mi cintura comienza a hacer presión… El camarero nos interrumpe al tocar la puerta, son estrictos en el horario Josef abre la puerta; el joven camarero me saluda con educación y pasa con un carrito frente a mí luego va directo al balcón y distribuye eficazmente el contenido de su carrito sobre la mesa luego se dirige hacia nosotros: —Su cena lista: pato bañado con salsa de ciruela, un poco de pan casero y un vino rosado para acompañar. ¿Hay algo más en lo que les pueda servir? —Por el momento es todo. Josef contesta mientras saca un billete para darle propina. Luego me tomó del codo y caminamos hasta el balcón. Afuera el aire es más fresco de lo que mi vestido le puede cubrir él lo nota e inmediatamente se quita el abrigo y lo pone sobre mis hombros luego besa mi frente tiernamente y recorre una silla y me permitió sentarme antes de ocupar la silla de enfrente. El pato está exquisito, la carne se derrite en la boca y podría ocurrir lo mismo al hombre que tengo enfrente. Terminamos la cena en medio ...
... miradas cómplices ambos deseamos cobrar la apuesta y disfrutar el premio el frío aire nos obliga a entrar de nuevo a la estancia Josef me tiende la mano y me invita a seguirlo prepara otra copa de tequila y me tiende el vaso al tope hace lo mismo con el suyo a la cuenta de tres lo tomamos derecho siento el calor invadir mi cuerpo es parte del tequila y parte de mi propia excitación. Siento un pequeño mareo y me doy cuenta que debo dejar de tomar o todo mi esfuerzo por aprenderme la lectura será en vano. Sobre la tabla de la mesa hay una hoja en blanco, un pomo con tinta y una pluma. Mi mirada me delata y Josef se adelanta al decir —Camina como la puta que llevas dentro y ve hasta la mesa. Un nuevo calor muy conocido invade mi entrepierna al escucharlo, obedezco y me muevo como una felina lo haría al acechar a su presa. —Gira totalmente. Su voz es seductora, sus órdenes son seguidas al pie de la letra giro para él, le muestro mi cuerpo, lo ofrezco, lo seduzco con mis movimientos… Llegó a la mesa y me inclinó un poco sobre la madera dándole una visión completa de mi culo, una insinuación sutil que él entiende a la perfección. Me siento y tomo la pluma la meto en la tinta y comienzo a escribir las letras del libro. "Como casi todo lo bueno (y lo malo) de esta vida, comenzó de casualidad. Llevaba un mes viviendo en la ciudad y no había salido más que para dar unos paseos y reconocer el terreno como un explorador lo haría con un bosque. Era mi primera ...