1. Infiel por mi culpa. Puta por obligación (18)


    Fecha: 09/01/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... Camilo y sin darle tiempo a procesarlo, prosigo con la historia.
    
    —Al principio fue un beso tierno, podría decirse que para las dos fue un estreno lésbico moderado, rayando en la improvisada timidez, pues nuestras lenguas se resguardaron en el interior dejando que solo los labios disfrutaran; yo chupando el superior suyo y ella a su vez, el inferior mío, hasta que emocionada K-Mena con sus dientes me lo mordió con prudencia, estirando y jalando el labio y entonces con despreocupación, busqué nuevamente con mi lengua la humectada calidez de la suya, escondida en el interior de su boca.
    
    — ¿Y ella no se apartó? ¿Te permitió que la besaras así como así? ¡Un beso entre dos mujeres! ¿Dónde carajos dejó sus estrictos y religiosos conceptos? —Me pregunta Camilo mientras vamos esquivando las mesas de madera con sus parasoles azules y colmadas de enfiestados grupos de personas sentados alrededor, y yo le respondo con naturalidad…
    
    —Los dejó confinados muy profundo en su alma, por el susto o por la emoción de sentir algo nuevo. ¡Yo que sé! El caso mi vida, es qué recibió el beso con algún sobresalto inicial pero me permitió invadírsela con la punta de mi lengua, y sentí entonces su tibieza, aquella carnosa humedad con sabor a cerveza y con seguridad para K-Mena en la mía, a ron blanco mezclada con un toque de limón. Me separé unos centímetros de su rostro para admirarla. Tenía sus ojos grises cubiertos por el velo de sus parpados. No quería ver pero si sentir y así los mantuvo ...
    ... cerrados, agitada su respiración esperando a que yo continuara. —Pliego mis parpados para concentrarme en recordar. No sé qué puede estar pensando mi marido pero ya empecé mi confesión. ¡Él lo quiso y no puedo ni debo parar!
    
    —Ella con su boca entreabierta esperaba mi siguiente movida, y yo con mis labios busqué hacer mayor contacto sobre la suave textura de los suyos. Escuchando sus gemidos, percibiendo su aliento y ella el mío, nos fundimos con mayor pasión y dedicación en un beso explorador, más prolongado, con mucha intensidad y más apasionado. Iba a cerrar mis ojos, cuando sentí que sus dedos abandonaban el lóbulo de mi oreja y posaba su mano sobre mi hombro y con la otra, se aferraba ya sin timidez, a mi cintura, acercando nuestros cuerpos más y más, hasta sentir que mis tetas hacían contacto con las suyas y su vientre se aplastaba contra el mío.
    
    — ¡Tranquila! –le susurré al verla tan emocionada. – Hagámoslo despacio pero sin tocarnos con las manos, tapemos la boca de los que nos están mirando. Ella se acercó a mi oído y me respondió que no podía.
    
    — ¿Que no puedes?, le pregunté y K-Mena me respondió… ¡Es que no puedo dejar de acariciarte! —Y entonces, mi vida, la dejé que lo hiciera.
    
    —Nos distanciamos unos centímetros para mirarnos las facciones, y con un delgado puente de saliva, manteniendo la conexión entre su boca y la mía. Excitadas, nos sonreímos y, aunque ya la lección de un beso pasional estaba dada, volvimos a juntar nuestras bocas, saboreándonos los ...
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