Amante se busca
Fecha: 17/01/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... trates parezca que me haces el amor…
Sin pronunciar otra palabra, tomándola de los hombros, nos besamos apasionadamente por largos minutos, tocándonos con tierno deseo. En algún momento, detrás de ella, comencé a besarle detrás de las orejas, cuello, espalda, glúteos, piernas en un lujurioso y húmedo ir y venir. Los gemidos de la pelirroja no se hicieron esperar.
Magali: vamos a la cama.
Yo: -con mi dedo índice transversal a mis labios- shuuu!!! Sube a la mesa.
Sentada al borde de la mesa nos miramos, con el deseo en los ojos de recomenzar cuanto antes, lo que habíamos dejado a medias. Entonces, mientras besaba su boca con pasión, mis dedos jugaban con su clítoris y coño.
Con parsimonia, a besos fui recorriendo su cara, cuello. Cuando llegué a sus tetas, la pelirroja no se quejó de la mayor dedicación que le dediqué a cada una. Las besé, mordí y chupé con vigor y esmero como si nunca más fuera a tener la oportunidad de hacerlo.
Ella, en tanto, gemía y jadeaba alternativamente cuando seguí mi ruta, siempre besando y chupando lentamente, hasta situarme entre sus blancos muslos. Mis manos le dieron su lugar a mi lengua, posándose cada una sobre un excitado y erecto pezón.
Por largos minutos, paralelamente, mi lengua y labios estimularon su clítoris, coño y ano y mis manos amasaron, con tierna rudeza, sus apetitosas tetas. El primer orgasmo se presentó con quejidos reprimidos e involuntarios espasmos, que la llevaron a estirarse de espalda sobre la mesa, la ...
... boca entre abierta, abrigada en sudor.
Segundos después de calmarse, introduje mis dedos corazón y anular hasta el fondo de su depilado y fragante coño, iniciando un frenético sube y baja sin decir agua va, el que rápidamente fue acompañado por un concierto disonante de exclamaciones, quejidos, jadeos y gemidos.
Apoyada en sus pies y cabeza, arqueó su cuerpo en espasmos irregulares para, segundos más tarde, comenzar a eyacular profusamente. Durante más de 3 minutos, el coño de Magali, estuvo constantemente estimulado entre intensos orgasmos y continuas y abundantes eyaculaciones.
Magali: para… por… favor… ahhh… nooo… ooo… pares…
Entonces, en medio de sus espasmos, retiré bruscamente los dedos, solo para reemplazarlos por mi erecta verga con la que llegué de una sola estocada hasta lo más profundo que su coño me lo permitió. De inmediato inicié un mete y saca desenfrenado.
Por largos minutos Magali se mantuvo de orgasmo en orgasmo, hasta que en algún momento apuré la velocidad, pues me di cuenta que la pelirroja era multiorgásmica, por lo que, hiciera lo que hiciera, acabara cuanto acabara, siempre podría una vez más.
No era que quisiera, pues su mente estaba satisfecha, el asunto estribaba en que era su cuerpo el que a pesar de estar atiborrado de lujuria, era capaz de soportar y gozar un poco más. Cinco, tal vez seis minutos después, le llenaba su hermoso coño con mis abundantes fluidos en una acabada monumental.
Tampoco se trataba que Magali fuera una ...