Nuestro primer e inesperado trío (parte 1)
Fecha: 21/01/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: MarcoAntonio94, Fuente: CuentoRelatos
... Mi vida, ¿estás bien? β le pregunté conteniendo mi risa.
- Si, mi amor, estoy bien. Ve Fernando, danos unos minutos.
Fernando se levantó y me miró preocupado. Pobre chico, se nota que nunca había visto el más leve orgasmo femenino. Le hice una seña de que todo estaba bien y se fue.
Después de unos segundos, Ana se sentó en uno de los sillones y yo junto a ella, sosteniendo sus manos, que sudaban.
- ¿Te gustó? β le pregunté cuando volvió a abrir los ojos β ese chico está mejorando mucho.
- No mames me acaban de provocar un orgasmo. Ese Fernando ni si quiera alcanzó a tocar mi ano o vagina y mira lo que pasó.
- Cuando por fin te demos los dos juntos te vas a volver loca β le dije entre risas β si ahorita ve cómo te pones, no imagino cuando hagamos el trío.
- Yo tampoco quiero imaginarlo, quiero hacer el trío hoy β ya no lo quería, lo necesitaba. Su hambre de verga la consumía, pobre de mi mujer.
- Bueno, hoy lo hacemos entonces. ¿Quieres que le diga a Fernando?
- No, quiero seducirlo.
Cuando Ana se repuso nos dimos un beso, nos levantamos y caminamos a la piscina. En ella estaba Fernando nadando de extremo a extremo, cuando nos vio acercarnos detuvo su nado con una sonrisa ya cada vez más pícara preguntó:
- ¿A mano?
- ¿Cómo? β respondió Ana, desconcertada.
- Si, que si estamos a mano. Tu ayer me provocaste un orgasmo sin avisarme y ahora Marco y yo hicimos lo mismo. ¿Estamos a mano?, ¿no? β Fernando no paraba de verle el cuerpo, se la ...
... estaba comiendo con la mirada.
- ¡Ah, tramposo! β dijo Ana indignada β bueno, el que se lleva se aguanta, ¿eh?
Y nos metimos al agua. Tratamos de controlarnos para evitar un escándalo vecinal pero los juegos eran cada vez más y más atrevidos.
En el típico Marco Polo, si Ana nos atrapaba, nos trataba de sujetar por la cadera y buscaba nuestras pollas sin recato, aunque fuese sobre el traje de baño. Al poder llegar a ellas decía entre risas β¡Qué tengo aquí!β, β¿Y este tiburón?β y cosas como esas. Quien la atrapara a ella aprovechaba para manosear su culo o sus tetas y decía a su vez β¡Qué buenos flotadores!β, β¡Con razón no te hundes!β, etc.
Jugamos luchitas acuáticas y sus tetas y culo eran el blanco preferido del que tratara de derribarla. Una vez sumergida, ella se abalanzaba sobre nuestros miembros y los apretaba en represalia por haberla hecho caer al agua. Sobra decir que nadie lograba completar el trayecto.
En uno de tantos derribos Ana perdió el sujetador de su bikini. Al parecer se dio cuenta de inmediato porque emergió cubriendo sus pezones con las yemas de dos de sus dedos, pero dejaba la aureola al descubierto.
- Creo que mi sujetador se desamarró. Fernando, querido, ¿lo puedes buscar? β dijo mientras hacía su carita y voz de puta.
- Por mí quédate así, pero bueno β y nadó en su búsqueda. Tardó no más de 15 segundos en hallarlo.
- Gracias, ahora voltéate, anda.
Fernando se giró y Ana se colocó de nuevo el sujetador. Yo estaba mirando a todas ...