La quedada especial
Fecha: 23/01/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Zeus, Fuente: CuentoRelatos
... Grey se separó y jugó con su clítoris, la llevó al orgasmo sin mucho esfuerzo dado que ella ya estaba muy excitada, entonces volvió a meter su polla en su mojado y caliente coño, la bombeó hasta que fue él el que se corría en su interior cogido a sus caderas.
La incorporó y la quitó las esposas solamente, la acostó en la cama boca arriba y con la cuerda le ató los pies y las manos a las cuatro esquinas de la cama, se inclinó sobre ella y con la lengua comenzó a lamer sus labios vaginales suavemente, aunque ella era multiorgásmica el quería que disfrutara igual que él lo había hecho de cada orgasmo, poco a poco fue introduciendo su lengua hasta llegar a su clítoris y comenzó a succionarlo con delicadeza mientras ella comenzaba a gemir, Grey no se detuvo, continuó haciéndola suya y llevándola al placer de un nuevo clímax. Cuando ella dejó de gemir él se apartó y se levantó. Entonces ella escuchó el ruido de los platos que eran recogidos y del agua en la cocina al ser fregados, tras unos minutos Grey regresó y se encendió un cigarro, se sentó en la cama pero no decía nada. Ella esperaba alguna palabra que no llegaba. Grey apagó el cigarro y tras inclinarse sobre ella le quitó la bola de la boca, después le desató los pies y las manos y sin decir nada comenzó a lamerle los ...
... pezones, los mordisqueó durante un rato, los dos guardaban silencio entregados al placer, Grey pasó a la boca y se la comió, después a la oreja que tenía más cerca mientras su mano jugaba con uno de sus pechos, Grey le cogió la mano y se la puso en su polla para que ella lo masturbara, ella obedecía en silencio, solo la música se oía de fondo. Ella notaba como la polla de Grey crecía en su mano y esa sensación le gustaba. Cuando Grey tuvo la polla dura, le dio la vuelta y la penetró, la folló hasta que se corrió y permaneció abrazado a ella, sólo entonces le dijo.
-Está todo recogido y fregado, podemos dormir si quieres.
-No tenías porque hacerlo, pero gracias señor Grey, yo estoy muy a gusto así, podemos dormir, se relajaron hasta el punto que Morfeo los llevó al mundo de los sueños.
La noche hacía tiempo que cubría el cielo, ninguno de los dos sabía qué hora era, pero eso les daba igual, la quedada había sido una vez más especial, como siempre que disfrutaban de la compañía del otro en ese mundo que habían creado entre los dos y solo para ellos dos y al que llamaban su isla secreta donde el placer y la felicidad eran lo normal. La mañana siguiente, tras asearse y tomar un buen café, se besaron y cada uno volvió a su rutina.
-Llámame cuando puedas.
-Lo haré. Contestó él.