1. El profe (capítulo 4)


    Fecha: 23/01/2025, Categorías: Hetero Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos

    ... en ese momento ingresaba al salón de docentes y se aproximaba a mi escritorio, vestía un elegante conjunto hecho a la medida, era una mujer ya de edad, nervuda y, pese a mis esfuerzos, alguien que me odiaba.
    
    — ¿Señor De la Rosa sería tan amable de venir a mi oficina? —me dijo con un tono frío, como si proviniese del inframundo.
    
    — Decana tengo clase en diez minutos.
    
    — Venga inmediatamente — dijo, saliendo sin esperar mi respuesta.
    
    Ella caminaba rápido, cuando salí del aula yo estaba sumamente preocupado, mi mente bullía de ideas. Esa mujer era en parte la responsable de que yo hubiese ingresado a dictar clases, por recomendación de mi exesposa, pero también se había convertido en mi inquisidora luego de mi divorcio. Cada detalle, cada desliz, todo, era observado por ella, manteniéndome en constante jaque, seguramente por encargo de mi exesposa, quien gozaría de verme privado también de mi trabajo de docente.
    
    La oficina de la decana era amplia, contaba con una antesala y unos pequeños sillones en los que encontré sentados a Daniela y a Fiorella, ambas con cara muy seria. Daniela vestía un polo ceñido color azul, que marcaba muy bien sus curvas, con su jean también ceñido, se le veía como siempre espectacular, pero su vista estaba perdida; por otro lado, Fiorella tenía su típica blusa blanca que amenazaba con reventar, con un pantalón de vestir plomo, se le veía elegante, pero reconocí cierta súplica en su mirada, yo me encontraba desconcertado. Estando ya todos ...
    ... juntos la decana empezó a hablar.
    
    —Lo que diré es algo serio, y advierto que se adoptarán las medidas disciplinarias de acuerdo con el reglamento ético interno. Hablaré con ustedes por separado, y mi testigo será la Dra. Fiorella Bravo —dicho esto hizo una pausa dramática— pase el Dr. De la Rosa con la Dra. Bravo.
    
    Ingresamos a su oficina y la decana se limitó a voltear el monitor de su computador, se veía un video en pausa. Le dio a reproducir e inmediatamente me reconocí, era la clase del viernes, mi última clase, desde el alto ángulo de la cámara me miraba mientras en la imagen acomodaba mi material de clases, guardaba mis cosas y volteaba, allí apoyada contra el marco de la puerta, apenas visible había una persona, que yo sabía bien que se trataba de Daniela. Nos acercábamos, charlábamos y, gracias al ángulo de la cámara que apuntaba sobre todo a la pizarra y apenas cubría la parte posterior, parecía que nos acercábamos más de lo necesario. Yo sabía muy bien que ella me había dado en ese momento un pequeño beso, pero eso no llegaba a apreciarse en la cámara.
    
    —¿Puede reconocer a las personas de la imagen? —me dijo mi inquisidora.
    
    —Si, ese soy yo, estoy alistando mi material, y la otra persona que se hace presente es Daniela Fernández, una de mis estudiantes y que ahora está sentada fuera de esta oficina —intenté sonar despreocupado.
    
    —Y ¿puede usted decirme qué hace usted con ella cuando se le acerca de esta manera?
    
    —Solo hablamos.
    
    —Veo que hablan muy ...
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