El profe (capítulo 4)
Fecha: 23/01/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos
... no se tragó el cuento de mi blusa, pero por lo menos no tiene algo sólido para acusarte, tu “querida” estudiante hizo bien su papel, hasta te imitó indignándose —dijo.
— Ya veo, gracias por el mensaje, pensaste rápido en una solución.
— Carlos no estás viendo todo el panorama, no me gusta meterme en problemas de este tipo, ¿has estado con cara de enamorado por “esa” chica? ¿Sabes que no está bien?
Lo pensé un momento, era cierto que no estaba bien, y sí estaba enamorado, ilusionado cuanto menos de esa joven que me había sacado de mi pozo de autocompasión.
— Has acertado, pero tal vez no estoy enamorado, pero si encaprichado, no sé bien cómo explicarlo.
— Imagino que ya te la cogiste, no te culpo, pero tampoco lo justifico. ¿lo que compraste el sábado era para ella?
— No, era para otra dama —le confesé la verdad, no quería mentirle a mi amiga.
Me miró por un buen rato, llegó su comida y ella la empezó a consumir en silencio con la mirada en su plato. Mientras ella comía me dediqué a observarla, era una bella mujer, su cara era redondita, bien proporcionada, sus largas pestañas acentuaban los ojos tristones que ahora parecían perdidos en decidir si lo que había hecho estaba bien o mal. Su labio superior era un poco más grande que el inferior, lo que le daba cierto aire de ser una gata relamiéndose, además tenía una forma lenta de llevar el tenedor a su boca, abrirla, envolver el cubierto y luego dejarlo limpio, muy sensualmente. Su pálida piel tenía el ...
... tono necesario de color para que pareciese siempre maquillada con rubor. Un fino cuello conectaba con hombros cansados por el peso de su enorme busto. Aún daba de lactar a su bebé, por lo que, llenos de leche, sus senos abarcaban por completo su blusa blanca, cuyos botones podrían dejarse vencer en cualquier momento. Ella era un tanto bajita, sus piernas parecían delgadas, y su trasero lo justo para llenar el pantalón, sin forzarlo. Era como si la mayor parte de sus curvas estuviesen en sus pechos. Grandes y jugosos pechos. Bellos y redondos pechos…
— Ahora uso unos absorbentes, para evitar volver a derramar… ya sabes.
El comentario me sacó de mi ensoñación, ahora ella daba el último bocado de su comida y me miraba con determinación.
— Te diré qué haremos —me hablo con decisión— me debes un favor, un gran favor, y justo ahora necesito de tu ayuda.
— Claro, lo que quieras.
Me contó de ciertos problemas que había tenido. Ella tenía otro trabajo además de ser docente, y ese estudio de abogados al que pertenecía haría una fiesta de gala por el aniversario del negocio. El padre de su hijo se pavonearía con su nueva pareja, y ella necesitaba quien la acompañe a la reunión. Desde luego que, agradecido por su apoyo y amistad, acepté acompañarla.
Durante la semana estuve distanciado de Daniela, intercambiamos miradas, pero casi no hablamos. La miraba con deseo, esperando que el tiempo nos permita volver a intimar. Llegó el sábado, me acicalé lo mejor que pude, mientras ...