1. No esperes más


    Fecha: 02/02/2025, Categorías: Transexuales Autor: Liver96, Fuente: CuentoRelatos

    ... qué pasaría pero Sheela no perdió un segundo y comenzó a quitarle la ropa.
    
    “Ya me empezaba a preguntar hasta cuando te daría espectáculo.”
    
    “Es-espera…” titubeó Perry pero sin hacer mucha resistencia cuando ella le bajó sus calzoncillos sin miramientos.
    
    “Tendremos más tiempo para charlar…” aseguró ella y le tumbó sobre la mullida cama.
    
    Desde su punto de vida admiró la belleza de Sheela y la poderosa herramienta entre sus piernas, que no había perdido un ápice de su dureza. Aún tenía algo más que decir.
    
    “S-soy virgen…” confesó Perry y no evitó sonrojarse un poco.
    
    A Sheela se le iluminó el rostro con una gran sonrisa.
    
    “Pues eso si que es bueno saberlo,” apuntó ella y sin dudar fue a por un bote de lubricante que estaba en su mesita de noche.
    
    Untando una buena cantidad en su mano, empezó a aplicarlo en su culo. Perry suspiró y se puso un poco ansioso, finalmente entregaría su virginidad a su vecina, lo que había fantaseado durante tanto tiempo iba a suceder. Tal vez no era como hubiese querido acercarse a ella, pero de todos modos ya no importaba. Sheela insertó un dedo primero, ayudando a dilatar el cerrado orificio de amor y no paraba de morderse los labios al escuchar los gemidos de Perry, luego un segundo y un tercer dedo, los movía en círculos y entraban y salían con mayor facilidad, aunque teniendo en cuenta a su enorme tranca, probablemente no sería suficiente pero deseaba hacerle jadear como nunca lo había hecho hasta entonces.
    
    Frotando una ...
    ... razonable cantidad de lubricante en su rabo, se veía enorme, brillante e intimidante. Atrayendo su trasero al borde de la cama y separando sus piernas, Sheela se acercó despacio y su glande rozó la ansiada retaguardia de Perry, que contuvo la respiración y se mantuvo a la espera.
    
    “Ve… despacio… por favor…” pidió él.
    
    “Prometo no haceros daño, pero quizás no pueda contenerme. Te quiero follar como gata salvaje…” respondió Sheela.
    
    Acariciando su pecho y abdomen, Sheela comenzó a hacer presión y Perry ahogó un grito en tanto su glande empezaba a abrirse camino dentro de su culo. El chico abrió la boca sin articular sonido y luego de un par de intentos, podía sentir la punta de su polla adentro.
    
    “Buff… Dios… es muy grande!” gimió Perry con voz ahogada.
    
    “Solo relájate cariño. Pronto la vas a gozar…” le prometió Sheela sin moverse, ayudándole a aclimatarse.
    
    Ella movía apenas su polla, sacando un poco de su glande para volver a metérsela y repetir. Así lo hizo por un par de minutos y haciendo más presión, introdujo un poco más de su mástil negro, Perry cerró los ojos y apretó los dientes, sentía como si su vida se resumiera en ese instante; cada vez notaba su culo lleno de carne y Sheela puso los ojos en blanco, consciente de la estrechez y calidez de su hasta entonces virgen agujero.
    
    “Ya va la mitad… que apretado estas. Vamos a gozar cada segundo…” aseguró ella.
    
    Solo la mitad? Ya creía que estaba casi toda y no tenía certeza de poder soportar un poco más. Pero ...