Mis odiosas hijastras (1)
Fecha: 09/02/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... conmigo, me preguntó si no le molestaba ser la pareja de una mujer exitosa, mientras que yo tenía un empleo común y corriente que no parecía tener futuro.
—Nunca me molestaría por el éxito de la mujer que amo —le había respondido—. Además, no tengo pensado trabajar toda la vida en este rubro —agregué después.
—Bueno, pero ya tenés treinta y cinco ¿No? Y no tenés experiencia en otros trabajos. A tu edad, en el mercado laboral ya sos viejo ¿No lo sabías? Y encima sin experiencia en otros rubros…
Ese día estábamos en la sobremesa. Mariel se había puesto a levantar la mesa. Agos, como de costumbre, andaba con su amiga Mili, y Sami estaba muda en su asiento, aunque se notaba que estaba prestando atención a nuestra conversación.
—Mis conocimientos no se limitan a mi trabajo —dije, intentando hacer que se diera cuenta de lo equivocada que estaba—. Sé bastante de electricidad. Sólo es cuestión de hacer el curso y sacar la matrícula…
—Bueno, de vigilante a electricista, tampoco es el gran cambio —interrumpió ella.
Sami parecía avergonzada por lo que decía su hermana, pero no atinó a decir nada, como era natural. Mariel apareció en el comedor.
—¿Está todo bien? —preguntó, notando que el aire estaba tenso.
—Todo perfecto, sólo que Valentina está preocupada por mi futuro laboral —expliqué.
—Valen, ¿Ya te estás desubicando de nuevo? —dijo Mariel.
—No es nada, sólo estábamos charlando —le dije a mi mujer, para que la cosa no se hiciera más grande.
Esa había ...
... sido la primera vez que intentaba humillarme por mi condición humilde, pero no sería la última. Y ahora me salía con una nueva. ¿Qué carajos le importaba a esa mocosa si yo usaba códigos de seguridad en mi celular o no? Ni siquiera Mariel me había preguntado al respecto. Para ocupar la cabeza en otra cosa, me dispuse a leer ese mensaje que me llegó desde un número desconocido. Me sorprendió el hecho de que me hubieran mandado una foto. Eso me hacía pensar que no se trataba de spam después de todo. Abrí la foto.
Primero no entendí de qué se trataba, porque lo que veía me parecía muy familiar, pero a la vez no llegaba a recordar de qué se trataba. Era una foto de un celular… ¡El celular de Mariel! El aparato estaba encendido, y mostraba una conversación de WhatsApp. ¡qué carajos! Arriba decía el nombre con el que mi mujer guardaba a aquel contacto. “Apaib”. ¡Pero si eso ni siquiera era un nombre!
Un miedo premonitorio me atravesó el cuerpo. Un trueno retumbó muy cerca. Leí la conversación. “¿Por qué no me contestás? ¿Estás enojada?”, preguntaba Apaib. Como no recibía respuesta, le mandó otro mensaje. “Espero que no estés arrepentida”, le puso. Finalmente, Mariel le respondió: “No me arrepentí. Pero ya te dije que estoy en pareja. Así que…” dejó la respuesta en suspenso, como si fuera obvio lo que seguía. “Además, no me gusta que me escribas cuando ni siquiera sabés si estoy con él en este momento”, lo escribió ella después.
El alma se me cayó al suelo. La conversación ...