Chantaje a mi puta perra (IX) - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra (IX)

... gustar.

-Vamos a verlos.

Entramos en otra habitación que era un baño completo con ducha y todo, y descolgando una llave que estaba tras la puerta, se acercó a dos armaritos bastantes amplios que había alli y abriendo uno de ellos, vimos varios juegos de zapatos de tacón todos, y varios conjuntos de ropa.

-Jara. -Puede escoger los que quiera, pero para ese vestido yo escogería estos.

Saco unos claros que conjuntaban muy bien y se los dio a Yolanda, que se los puso y efectivamente tenían el mismo número de pie.

-Jara. -Ahí hay toallas, nos podemos duchar aquí mismo.

-Jajaja, sí que vamos a usar la ducha, pero solo yo, vosotras solo vestiros, mientras me ducho.

-Raquel. -Vaya puta, que bien preparada estas jajaja.

-Luego me hablaras de todo esto perra, ahora a vestiros, mientras me ducho perra.

-Raquel. -Si me lo permite señor, yo me voy a retirar, porque el sitio donde vamos a cenar esta retirado y yo tengo el coche en un parking también algo retirado de aquí.

-Muy bien puta, ya hablamos mañana, y dile a mi perra Susana que a las doce me llame.

-Raquel. -Se lo diré, y si me lo permite le voy a contar lo que acabamos de presenciar.

-Jajaja, no perra, no le digas nada, lo mismo lo aprovecho para un regalo de boda.

-Raquel. -Entendido señor, hasta mañana.

Me metí una ducha rápida, y cuando salí secándome a la trastienda, ya estaban las dos vestidas, y la PUTA de Jara ganaba mucho sin ese uniforme, llevaba una falda corta, casi una ...

... mini, unas medias negras brillantes y unos zapatos también negros brillantes, y solo se había pintado los labios, pero con un tono suave.

-Jara. -¿Quiere ver mi ropa interior señor?, me he puesto bragas tal y como me indico Raquel esta mañana.

-No hace falta tetona. (me gustaba llamarla asi), me visto y nos vamos, ¿tienes coche?

-Jara. -Aquí no, pero no lo tengo lejos…

-No hace falta, cogemos un taxi

Me vestí salimos Yolanda y yo, mientras esperábamos que Jara conectara las alarmas y saliera, Yolanda se me acerco y casi susurrando…

-Yolanda. -señor, tengo las bragas empapadas, llevo excitada desde ayer, gracias.

Solo sonreí y la besé suavemente en los labios.

En eso llego un taxi, que para mi sorpresa lo había llamado Jara, y a la vez salió esta, asi que nos subimos y dándole al taxista la dirección salimos hacia el restaurante. Durante todo el camino y como me había sentado en medio de las dos, fui acariciando sus piernas, y sin importarme el taxista, las subía hasta por encima de la blonda y las volvía a bajar, mientras veía la cara de perras que se les estaba poniendo, y mira que ya la llevaban.

Al final llegamos sobre las diez y cuarto y vimos que en la barra ya estaban Julio y Lu, y hablando muy animadamente.

-Julio. -Buenas noches, señor, veo que le ha gustado mi sorpresa, aunque al principio cuando la he visto aquí, el sorprendió he sido yo, tanto que al principio he creído que era casualidad, pero ella me ha puesto al día, espero que no le ...