1. El proctólogo


    Fecha: 31/10/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... asombro.
    
    – Entonces –ordenó dirigiéndose al taxista–, al hotel "Mari Bárbola de Borbón" y por la vía más rápida, por favor, tengo bastante prisa.
    
    El chofer bajó el volumen de la radio, donde Jiménez Los Santos, bramaba maldiciones apocalípticas en una de las emisoras de la Inquisición. Al doctor Sigüenza aquellos desvaríos le resultaron familiares, su esposa trabajaba como redactora en la emisora local de la cadena.
    
    – ¿Por dónde quieren que vaya? –contestó el taxista
    
    – Personalmente no tengo ninguna preferencia –repuso el médico, al cual todas las calles de aquella ciudad extraña le parecían la misma.
    
    – Creo que lo mejor será que usted elija el camino –respondió a su vez la mujer
    
    Eulogio pudo, por fin, fijarse en ella. Parecía alta, al menos sentada. Le dio la impresión de que debía ser casi tan alta como él. Llevaba el pelo cortado en una media melena azabache, liso, con un corte que le recordó los años veinte. Iba muy maquillada, por un momento pensó que era mulata, pero el colorete y la penumbra del interior del coche en un día tan sombrío le hicieron dudar. Lo primero que llamó su atención cuando habló fueron sus labios: gruesos, líquidos y pintados en tono carmesí brillante. Sin embargo, fueron los ojos lo que acabaron encadenando su mirada, eran enormes, oscuros, enmarcados en una corona de pestañas negras, curvadas y brillantes.
    
    – Menuda casualidad –contestó a su vez Eulogio– Yo tengo que dar una disertación en menos de media hora. Espero que ...
    ... lleguemos a tiempo…
    
    – No se preocupe, aunque parezca que todos estamos parados, en menos de veinte minutos les dejo en la puerta –escuchó que decía el taxista
    
    – Yo tan solo voy a ver a un amigo que se hospeda allí –añadió la mujer. El tono bajo y grave de su voz y la dulzura del timbre cada le gustaban más a Eulogio.
    
    – Perdone, no me he presentado. Me llamo Eulogio… Doctor Eulogio Sigüenza. Soy proctólogo en Palencia, he venido a presentar un nuevo enfoque de mi especialidad médica en el Congreso Latino de Proctología Avanzada, pero me he despistado comprando unos recuerdos para mis hijos.
    
    – Yo me llamo Marcela –contestó ella sencillamente.
    
    El taxista, tal y como había prometido, les llevó en veinte minutos exactos a la puerta del Hotel. Eulogio intentó trabar conversación un par de veces, pero la mujer no parecía interesada. En vista de lo infructuoso de su tarea se concentró en intentar adivinar como conseguía el conductor saber por dónde estaba circulando. Las lunas del vehículo, completamente enteladas, eran como tan opacas como sábanas sucias y ver a través de ella hubiera requerido una prodigiosa visión de Rayos X. Supuso que el gremio de taxistas exigía que sus miembros realizasen cursos de orientación y pilotaje en condiciones de ceguera absoluta, o quizá la respuesta era que el taxista emitía ultrasonidos y luego recogía el eco en sus enormes pabellones auditivos como había oído hacían los murciélagos. Estaba sumido en estas científicas meditaciones cuando ...
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