El lobo negro y la gata rubia
Fecha: 21/02/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la cadena y tiró de ella para llevarme con él. Se dirigió hacia la puerta del fondo.
¿Me llevas de nuevo a tu mazmorra?
Sí… Esa cueva la he usado para retener prisioneros antes de poder entregarlos.
¿Y qué harás conmigo? El duque está muerto, el ducado en llamas. Ya nadie te pagará, nadie me busca, a nadie le importo...
No respondió… Siguió arrastrándome. Estábamos en lo que debía ser su alcoba, antes de llegar a la cueva. No me quedaban muchas opciones… actué como una gata.
Dejé de caminar, resistí el tirón… ¡¡¡Ay!!! Él se volvió…
Mejor que no te resistas -dijo.
Me arrodillé delante de él, pegué mi cuerpo a sus piernas todo lo que pude. Él aún sujetaba la cadena. Como pude comencé a acariciar su entrepierna… Empezó dando un paso atrás pero también soltó la cadena. No sé si fue por la sorpresa o porque el plan no le parecía tan malo.
Yo seguí a muerte. Desnudé su entrepierna y comencé a chupar… como aprendí en el puto prostíbulo. Sé que no hay hombre que se resista a esto. Lamiendo lentamente, con cariño. Parando un instante de vez en cuando, intentando salivar. Abriendo la boca al máximo. Introduciéndola hasta el fondo.
Él aceptó el tributo, comenzó a acariciarme el pelo. Noté como jadeaba. Me paró antes de eyacular… Una palabra se escapó de mi boca:
Fóllame...
Y lo hizo. Salvajemente… Yo seguía de rodillas y él de pie. Me levantó tirando de los grilletes… ¡¡¡Ay!!! Desató el cordón que hacía de cinturón. Después tiró por el infame vestido ...
... hacia arriba. ¡¡¡Fuera!!! Por eso una forma tan rara, una prenda normal no podría quitármela encadenada.
Me volvió a colocar de rodillas, me inclinó sobre el suelo. Separé las manos lo que pude, la corta distancia entre ellas podía hacerme caer.
Me levantó el culo… Me penetró desde atrás. ¡¡¡Ahhh!!! Me agarró el pelo y tiró… ¡¡¡Ay!!! Comenzó a empujar y a retirarse, cada vez más fuerte… cada vez más rápido. Me cabalgaba como a una yegua. Se agarraba a mi pelo como a las bridas. ¡¡¡Ahhh!!! Me encanta… ¡¡¡Ahhh!!! Cuando terminó, quedé rendida en el suelo.
Al terminar, descansó un poco, se levantó y se vistió. Cogió la prenda de arpillera en una mano y el centro de la cadena con la otra. Tiró suavemente… Comprendí. Había aceptado el tributo pero no iba a haber indulto. Me dejé llevar al fondo de la cueva. Me sujetó el tobillo, cambió el aceite del candil y dejó el harapo de saco en el suelo.
………………………………………………………………………………………………………
Llegamos al presente… Creo que han pasado dos días desde que me encadenó. Sigo aquí… engrilletada, descalza, desnuda… No me apetece nada ponerme esa cosa infame. Me sigue trayendo agua, la comida ha mejorado un poco, ya no es sólo pan.
Cuando se ha acaba el combustible del farolillo. Total oscuridad… Paso así gran parte del día. Ya no distingo día de noche.
--------------------------------------------------------------
Sexo por favores, poco a poco:
La mejora en la comida me ha dado un rayo de esperanza. Si sigo dándole sexo, me ...