-
Mereces un castigo
Fecha: 26/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... para después hacer otro tanto con mi bóxer. Amparo había recogido su tanga del suelo cuando reparó en mi ropa interior. Sonriendo tomó mi bóxer. —Esto será más adecuado —dijo mientras se acercaba a Antonio. Sin dudarlo lo obligó a abrir la boca y le embutió mis gayumbos en la boca como si intentase cebar un capón sin hacer caso de las protestas de Antonio. —Así, calladito estás más guapo —aseguró satisfecha antes de volverse junto a nosotros. —Muy bien, putita. Veo que esa polla ya está lista. Ahora cariño, hazme el favor de preparar mi culo —ordenó a Bea abriendo separando sus nalgas con ambas manos. Bea no se se hizo repetir la orden y comenzó a lamer el ojete de Amparo que disfrutaba de las caricias gimiendo cada vez más. Un par de gemidos más fuertes que los demás me indicaron que Bea le follaba el culo con la lengua. Yo tenía el rabo como el acero por la escena y Antonio peleaba contra sus ataduras inútilmente. Nunca lograría soltar los nudos. Yo me senté en un sillón ante Amparo que disfrutaba del tratamiento de Bea con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior. En un momento dado abrió los ojos y vio mi polla en todo su esplendor ante ella. —Gracias cielo. Creo que ya está listo. Bea se separó y Amparo le mostró el culo ligeramente abierto a Antonio. Después se volvió de frente hacia él y retrocedió de espaldas hasta llegar a mi lado. Yo pasé una mano entre sus piernas y acaricié su sexo que soltaba ya sus jugos como una ...
... fuente. —Cariño, ahí detrás de ese eunuco verás una bolsa con un regalo para ti —le indicó a Bea que se giró buscando la bolsa. En cuanto la localizó miró el interior y una sonrisa lobuna apareció en su rostro. —¿Puedo, Ama? —preguntó Bea mostrando un arnés con una doble polla de buen tamaño. Así podría follarse a si misma mientras se follaba a Antonio. —Por supuesto cariño. Estoy deseando vértelo puesto. Y tú, Antonio. Mira como se folla de verdad un culo. Como tú nunca has podido —dijo mirando a su esposo con malicia mientras se sentaba sobre mí dándome la espalda. Amparo colocó sus pies sobre mis piernas abriendo las piernas todo lo posible para que Antonio tuviese una inmejorable vista de nuestros sexos. Después se incorporó un poco y tomando mi polla con la mano la guió para embocarla en su ojete. Cuando comenzó a entrar su boca se abrió tanto como los ojos de Antonio. Se detuvo un momento para coger aire y enseguida siguió bajando hasta empotrársela toda hasta que mis pelotas tropezaron en su culo. Bea miraba embobada desde detrás de Antonio mordiéndose el labio. —Cariño —invitó Amparo con voz entrecortada a Bea sin dejar de subir y bajar—. ¿Qué tal si pruebas ese regalito? —Será un placer obedecerte, Ama —contestó Bea feliz con voz ronca. Sin más preámbulos y sin avisar a su víctima, agarró las caderas de Antonio y le clavó la falsa polla hasta el fondo. Un gruñido de dolor se escapó de la garganta de su víctima a la vez que sus ojos parecían querer escapar de sus ...