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Cecilia ¿Me quieres follar?
Fecha: 02/03/2025, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... ¿Tienes novia? - No. -le he contestado. - Entonces… ¿eres tímido? - ¿Por qué lo dices? - Me pareces un chico tímido. Pero la timidez se quita con una tercera o cuarta cerveza. – me dijo sonriendo. Quizá esperaba que me fuera encima de ella inmediatamente y la verdad que las ganas no me faltaban. Estaba ante mi mostrándome sus pechos desnudos y ese pequeño bikini, el cual no era de baño, se le hundía en ambas rajaduras haciendo evidente el hueco de su conchita cuando salió de la piscina a traer otra cerveza. La verdad que me tenía excitado y mi amigo estaba lentamente despertando y sabía que si salía completamente de la piscina era como literalmente estar desnudo y eso me incomodaba no por Cecilia, pues intuía que eso es lo que ella buscaba, sino que por sus padres que podrían aparecer en cualquier momento. Regresó con un par de cervezas y me invitó a la orilla donde ella yacía sentada solo con los pies hundidos en la piscina. Yo le pregunté: - ¿No se molestarán tus padres que me haya quedado a solas contigo? - ¿Es eso lo que te preocupa? Mira, mi padre poco sale al jardín mucho menos a esta piscina y mi madre lo más probable se ha ido a visitar a sus amigas. Zena, solo estamos tú y yo y nadie vendrá a tu rescate. – Y se echaba a reír. Cecilia sostenía una cerveza en la mano y me invitó a que me acercara y solo así apreciando de cerca su cuerpo y sin ningún movimiento descubría que tenía un lunar de una piel un poco más oscura en su entrepierna y otro ...
... por debajo y a un costado de su pecho izquierdo. Ella quizá observó que mi mirada estaba en sus lunares y ella comenzó a contarme que eran herencia de su madre; ella tenía esos lunares en el mismo lugar. Luego ella me decía que tenía otro en sus nalgas y con su coquetería me decía: ¡Al ratito te lo muestro! Se zambullo en la piscina y en forma de juego se fue por sobre mi espalda y me abrazó con manos y piernas. Podía sentir lo erecto de sus pezones y a pesar del agua fría, el calor de su vientre me calentaba la espalda baja y mi miembro reaccionaba a su contacto. Yo extendí mis brazos hacia atrás y la tomé de sus piernas para acomodármela y comenzó a hablarme cerca del oído: - Zena… ¿te la estas pasando bien? - Sin dudarlo… me le he pasado bien. - ¡Que bien! Pero… todavía pienso que la podemos pasar mucho mejor. ¿Ya le has hecho el amor a una chica en una piscina? - No… nunca. ¿Por qué? - Pues siempre hay una primera vez. Zena… no se si tú lo sabes, pero tienes un no sé qué… que me pones muy caliente. Desde la primera vez que te vi siempre imaginé que me hacías tuya aquí en la piscina. ¿No se te antoja Zena? - ¡Claro que si… tú también me pones caliente! - Entonces… ¿Te quedas conmigo toda la noche? - ¿Y tus padres? - No te preocupes de ellos. La habitación de ellos y la mía están de extremo a extremo y nunca se darán cuenta que estas aquí y, si en caso nos encontraran, no pasa nada… ya tengo mis 20 años. - Entonces debería ir a conseguir como ...