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Cecilia ¿Me quieres follar?
Fecha: 02/03/2025, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... dedos en su vulva. Una vez que se le fue la sensación del orgasmo, me fui detrás de ella y así parada contraminada con la cerca de la terraza le puse el glande en su ojete. Ella solo exclamó: - Zena… ¡qué rica verga tienes! – Le sobaba su ojete con mi glande y sabía que ese culo estaba ya lubricado y dilatado pues había estado jugando con él con mis dedos. Ella se apoyó contra la cerca presintiendo mi invasión y le empujó mi glande y este quedó atrapado por su esfínter no sin dar un grito que me alarmó: ¡Cabrón… qué pito más grande tienes! Ve con cuidado. Asimiló mi glande y con los segundos y minutos toda mi verga se adentró al hueco más íntimo de esta bella mujer. No se movía tanto, pero tanta era su excitación a pesar del dolor que luego me decía: Zena… me corro… por Dios no sé qué pasa, pero me corro. Ella con su culo pegaba en mi pelvis y yo le dejé ir un vaivén incesante que por un momento pensé que esa cerca se quebraba y nos iríamos al vacío, pero resistió y la que no pudo más fue cuando Cecilia aulló como una loba y solo sentía que su culo apretaba mi verga y también yo exploté con mi tercer palo del día. Se lo llené de mi esperma y luego al este salir pude ver su sangre mezclada con mi corrida. Ella se hincó cuando mi verga salió y pensé que estaba adolorida, más sin embargo ella ...
... me dijo con su voz erótica: ¡Qué rica culeada me has dado! Eran las diez de la noche y para un chico de 18 años y solo tres cartuchos gastados, esto era solo el comienzo de una faena que a mi recuerdo fue de ocho polvos. Creo que terminamos a eso de las tres de la mañana y me sorprendió los gemidos y alaridos de una mujer que vivía un orgasmo a la distancia. Obviamente pensé que se trataba de la madre de Cecilia, pero no podía concebir a ese viejo que apenas se movía provocándole tan intenso orgasmo. Cecilia solo sonrió y luego me dijo: - Debe ser mi madre con uno de sus juguetitos o quizá haya invitado a uno de sus amigos. - ¿Y tú papa? - Ah… mi viejo lo más probable está profundamente dormido. Esta fue la aventura con la bella Cecilia. Me propuso muchas cosas, pero a pesar de que ni siquiera le había dado un beso a Nadia, yo ya estaba enculado de esa chica. Con Cecilia cogimos alrededor de un mes hasta que ella comprendió que a pesar de su belleza y riqueza yo ya tenía los ojos en otra… la que vendría a ser mi esposa. Un día me vio junto a ella y me felicitó por mis gustos. Lo bueno que nunca hizo teatro o melodrama y aceptaba que yo pertenecía a otra chica y que ella con su belleza y todo su dinero, podía obtener lo que ella quisiera con otros… obviamente. [email protected]