1. Una explosión repentina de sexo


    Fecha: 15/03/2025, Categorías: Confesiones Autor: Patita Putita, Fuente: CuentoRelatos

    ... indicación, se bajó a mamarlo, sabía que tenía que hacerlo, que quería hacerlo porque lo deseaba, lo soñaba, aceptando plenamente el tamaño sabrosamente lambiendo la cabezota en la boquita, como sabía que lo deseaba el Cabrón, ya ansioso por cogérsela
    
    De las tres veces que la Patita lo mamó, sólo en una le tocó recibir la leche. en las otras, el Cabrón se salió para cogérsela por el coño, que muy goloso, recibió ese monstruo amable y amigablemente, todo entero, hasta los huevos, para saborearlo en toda su extensión haciéndolo venirse completamente, inundándola de leche.
    
    No hubo otra oportunidad, la Patita ya no quiso. Sentía que quería seguir, deseaba seguir con todas sus fuerzas, pero su vida, sus obligaciones, su honor la detenían, por lo que antes de que la aventura se convirtiera en algo serio, que no pudiera detener, o que se hiciera un escándalo sin control, la cortó por lo sano.
    
    Con todo esto redescubrió lo que era sexo, como lo recordaba de su tiempo de recién casada. Ya lo había medio olvidado con las rutinas del matrimonio, que como acostumbra a suceder, se había hecho un poco monótono, rutinario, con todo lo que es el ...
    ... sexo marital, sin aventura sin diferencias, sin sorpresas.
    
    Lo que le estaba sucediendo tenía todo lo emocionante que puede tener una aventura de novela: Con un hombre peligroso, poseedor de un instrumento enorme, escapando de la vista de todos, escondiéndose de todo y de todos, haciéndolo en condiciones arriesgadas, expuestas. ¡No se lo hubiera imaginado en sus sueños más locos! ¡Era muy emocionante! Si se lo cuentan no lo hubiera creído
    
    La demanda del hogar formado, del ambiente conocido, pesó más. Terminó el amorío a pesar de los ruegos de él, a pesar de su deseo y a pesar de todo, volvió a su vidita marital habitual. Y nunca se arrepintió.
    
    Por lo emocionante que fue conserva en su interior, enterrado muy profundo, guarda a siete llaves el recuerdo con una cierta nostalgia. Un recuerdo mantenido en absoluto secreto, en sigilo mortal.
    
    Pagó sin titubear el precio que tuvo que pagar, en sufrimiento, dolores, pena, vergüenza.
    
    Se levantó de todo eso, lo escondió en el fondo de su alma, lo superó y por eso es una Chingona, porque es muy fuerte e hizo lo que tenía que hacer. Lo que había que hacer. Costara lo que costara. Y lo hizo. 
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