El nuevo curso (IV)
Fecha: 17/03/2025,
Categorías:
Gays
Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... desordenado que su propio piso, pero lejos de resultarle desagradable se percató de que le resultaba tranquilizador. La pequeña cocina de estilo americano era visible desde la entrada, igual que el reducido salón. Un estrecho pasillo conducía sin ninguna duda al cuarto de baño y al único dormitorio de la vivienda.
–Siéntate, ahora saco los platos y todo.
–¿No quieres que te ayude? –se ofreció Damián dejando su caja de pizza en la pequeña mesa rectangular.
–No es necesario. ¿Prefieres cenar aquí o en el salón? Podemos poner la tele si quieres, tengo HBO y Netflix, puedes elegir la serie que quieras o mirar por los canales.
Damián se acercó al pequeño sofá, de tan solo dos plazas, y sonriente dejó las cajas de las pizzas sobre la mesita de café frente a él. Apenas había empezado a pasar los canales cuando Enrique se sentó a su lado, pasándole un plato y un vaso, junto con la botella de refresco. Las pizzas olían de una forma tan tentadora que ambos se abalanzaron sobre ellas, degustando el sabor a pepperoni, mozzarella y champiñones. Ni siquiera se percataron de que la tele se había quedado en un canal de comedia bastante estúpido. Bocado tras bocado hicieron desaparecer las dos terceras partes de cada pizza, hasta que, hastiados, se recostaron en el sofá charlando amigablemente.
–¿Quieres quedarte a dormir? Es tarde.
–¿Estás deseando llevarme a la cama? –bromeó Damián abrazando a Enrique, deslizando la mano por su pecho hacia abajo.
–Me encantaría, ...
... culpable –se rio el joven, frenando la mano de su novio antes de que alcanzase su pubis–. Pero te lo ofrecía de verdad: quedarte y dormir. No tenemos por qué acostarnos. No es necesario. Disfruto estando contigo.
Los ojos verdosos de Damián escrutaron el rostro de Enrique con tanta intensidad que el chico sintió que sus mejillas se encendían. Temiendo haber dicho algo inapropiado bajó la mirada al suelo, jugando con sus dedos a la espera de una respuesta. Inclinándose hacia delante Damián besó nuevamente al chico, que correspondió en seguida, cerrando los ojos para disfrutar con más intensidad de las sensaciones que le provocaba. Los dedos largos y suaves trazaron caminos sinuosos por su cuero cabelludo, acariciando los mechones castaños hasta retirarles de la cara del chico que se abrazó a su novio con fuerza.
–Gracias –susurró en su oído–. ¿Puedo ir a por mis cosas y luego volver? Los libros para mañana, y algo de ropa limpia. Y así de paso dejo la mochila del gimnasio en casa.
–Llévate mis llaves, así puedes abrir a la vuelta.
Abrumado por tanta confianza Damián estrujó en un abrazo de oso a Enrique, que boqueó entre risas intentando respirar. Viendo como salía casi a la carrera a por sus cosas volvió a reírse. Empezaba a descubrir una faceta mucho más sensible y tierna en su pareja, alejada de la imagen de carismática seguridad que siempre proyectaba. Recogió los restos de pizza y dejó los platos sucios en el fregadero. Recordando lo escrupuloso que era Damián para ...