El nuevo curso (IV)
Fecha: 17/03/2025,
Categorías:
Gays
Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... noche, el titilar de las velas momentos antes de soplarlas, todos cantando a coro el “cumpleaños feliz” mientras desenvolvía un regalo tras otro, sus padres y su abuela retirándose al bar del pueblo a charlar con los padres de sus amigos que habían ido a buscarles y que les concedían otra hora en la fiesta… y las manos de César subiendo por su cuerpo, arrancándole la camiseta mientras su boca engullía la suya con ansia.
Aferró la sábana con ambos puños mientras dejaba que en su mente se reprodujese de nuevo ese fatídico momento. No sabía qué le había impulsado a subir con César al cuarto de Mateo, situado en la planta superior de su chalet. Sospechaba que la búsqueda de privacidad había sido el detonante, pero una parte remota de su subconsciente siempre había sostenido que en realidad lo había hecho para que le pillasen, por el riesgo, por el morbo o por la suma de todos esos factores. Mientras ascendía por las escaleras podía notar la erección de César presionando contra la suya y como su lengua infatigable hurgaba en su boca, buscando la suya, provocándola.
Al llegar al piso superior había tomado él el mando. Conocía la casa, y había guiado a César a lo largo del elegante pasillo hasta el dormitorio. La cama de matrimonio dominaba la estancia de amplios ventanales rodeados de un balcón con tarima de madera. La manta estaba doblada pulcramente a los pies debido al calor estival que la hacía innecesaria y los grandes almohadones se veían mullidos y confortables. ...
... Sonriendo con malicia había empujado a César hasta la cama, subiendo sobre él en cuanto el chico cayó al colchón. César le había agarrado por la cintura, arrancándole el bañador húmedo y dejando al aire su pene, ya de veintiún centímetros y con una mata de vello rojizo en el pubis. Recordaba lo impaciente que era siempre César. En esa época le encantaba lo rápido que se excitaba, aunque no podía decir lo mismo sobre su escaso aguante.
César se había retirado el bañador en cuanto le desnudó. Su pene mediano se apoyaba en sus nalgas mientras Damián besaba y acariciaba el torso del joven que se retorcía para conseguir orientarse hacia su ano. Sus manos cálidas le habían aferrado por los glúteos, apretando la carne y tirando de ellas hacia fuera para dejar al descubierto su ano. Aquello siempre conseguía hacerle gemir y César lo sabía bien. Le había provocado, moviendo las caderas en círculos, subiendo y bajando como si fuese a cabalgarle, pero limitándose a pasar el pene del joven entre sus nalgas. César se había colocado solo el preservativo, sacándole del bolsillo de su bañador que mojaba el suelo de madera clara. Damián había estado a punto de ensartase tras lubricar ligeramente su ano con saliva, sabiendo que con César siempre tenía poco tiempo, cuando un fuerte carraspeo les había interrumpido, haciéndoles saltar a ambos y correr a cubrirse con la única manta que tenían a mano.
En el vano de la puerta estaba Mateo, mirándolos con una mezcla de divertida curiosidad y algo ...