El nuevo curso (III)
Fecha: 26/03/2025,
Categorías:
Transexuales
Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... que ella. Hasta ahora no lo había apreciado porque siempre iba sola, pero era algo más alta que la media. Siempre le habían gustado las mujeres altas y la calculó un metro setenta y algo. Sonriendo como un idiota se acercó a las dos chicas. Su amiga la dio un codazo en las costillas y soltó una prometedora risilla, pero a Thalía la cambió por completo la expresión que se tornó gélida.
–Hola, Thalía.
–¿Qué demonios quieres? –espetó sin corresponder al saludo.
Algo cortado por el frío recibimiento Carlo se echó ligeramente hacia atrás. La morena que estaba al lado de Thalía la apretó el brazo con cierta urgencia, y dirigió una mirada de disculpa a Carlo.
–Me gustaría hablar contigo en privado, si no es mucha molestia. –Al ver que la joven iba a negarse Carlo la cogió precipitadamente del brazo e imploró–: No te robaré mucho tiempo, y juro que no es ningún intento por ligar contigo, te lo prometo. Por favor.
Thalía le evaluó con la mirada, esos fríos ojos de hielo que a Carlo siempre le desarmaban. Con un suspiro de resignación claudicó y se despidió de su amiga, que se encaminó al vestuario femenino muerta de curiosidad. Thalía siguió al italiano a través del gimnasio, hasta un rincón discreto detrás de los sacos de boxeo. Asegurándose de que no había nadie cerca se encaró con el hombre. Aunque la sacaba al menos diez centímetros no se amilanó ni un ápice.
–¿Qué quieres?
–Me gustaría preguntarte por qué parece que me odias tanto. No te he hecho nada, ni ...
... siquiera me conoces. No sé, entiendo que no quieras ligar conmigo, ma non capisco5 por qué te portas así.
Thalía frunció el ceño y ladeó ligeramente la cabeza, observando a Carlo como si tuviese delante algo especialmente desagradable. De pronto, una radiante sonrisa iluminó su rostro. Carlo se quedó sin respiración, cuando sonreía de esa manera es como si una luz interior diese vida a su cara, dotándola de una belleza etérea comparable a la de los cuadros clásicos.
–¿De verdad quieres saber lo que me pasa contigo? Perfecto, te lo diré.
Carlo se inclinó hacia delante, completamente obnubilado. Thalía mantenía un tono de voz tan bajo y tan suave que tuvo que acercarse más para poder escucharla, percatándose del delicioso aroma a lilas y frambuesas que emanaba de su cabellera rubia.
–Por favor, dime.
–Me pasa que te considero una persona despreciable.
El veneno de su voz era tan intenso pese a no haber levantado el tono que Carlo dio un paso atrás mientras ella proseguía, con la misma sonrisa luminosa en la cara y sus ojos helados destilando odio.
»Eres un pijo, un niño rico privilegiado que quiere tener cualquier cosa que se le antoje, y que no entiende lo que es un “no” o los límites que las demás personas tenemos que aprender a respetar desde niños. Te crees que con tus poses italianas y ese cuerpo ya puedes conseguirlo todo, y que además tienes el derecho a ello para después destrozarlo cuando se te antoje. Bueno, pues esa actitud me da asco, tú me das ...