Mis vecinas de al lado
Fecha: 06/04/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... carcamal, y así poder jugar con sus nietos.
De pronto, todas ellas se pusieron de acuerdo y ni cortas ni perezosas se metieron en la piscina y empezaron a juguetear entre ellas, mientras yo las miraba como disfrutaban jugueteando, metiéndose mano, besándose y abrazándose. Como es lógico, y aunque hasta entonces no había reaccionado mi polla, quizás por lo absurdo que había sido todo, en ese momento empezó a ponerse como una barra de acero, dura como el pedernal, y más aún cuando me indicaron las cuatro que me metiese con ellas en la piscina.
Obedecí raudo y casi me caí al quitarme los pantalones a toda velocidad y me tiré de cabeza al agua. Aun sumergido lo primero que note es que mi nariz y mi boca chocaban con el culo de alguna de ellas, la cual se volvió rápidamente y cogiéndome de las orejas me coloco contra su coño apretando con fuerza. Yo me agarré a sus cachetes y restregué mi nariz con fuerza en su vulva y después le di un bocadito cariñoso y al sacar la cabeza para poder respirar me di cuenta de que era Hanna la que me tenía aun cogido por las orejas y sin soltarme me comió la boca con ansia. Luego soltó una de sus manos y con ella me palpo la polla y con gran sorpresa me soltó y dijo:
- No tienes un gran artefacto, pero quizás así sea mejor para que no se asusten las niñas. Lo que hace falta es que las cabalgues bien y un buen rato.
- Venga, dejaros de juguetear y tocaros el chocho, - dijo dirigiéndose a las otras tres – y vamos al turrón. Veo que por ...
... lo menos estáis cachondas y posiblemente dispuestas a recibir la primera dosis. ¿Cuál de las dos es la primera candidata?
- Yo misma, - se ofreció Barbara – pero aún no me veo con ánimos de que me la meta.
- Entonces hay que ver que es lo que más burra te pone. – intervino Mary – Comerte el coño de Helena, que ella te lo como a ti, o decirnos que es lo que más os pone.
- Ahora mismo lo que más me pone es comerte el coño a ti Mary. – dijo Barbara – Estoy loquita por probarlo.
Una vez que las dos maestras de ceremonias, Hanna y Mary, supieron lo que más cachondisíma la iba a poner, decidieron que Mary se tumbase sobre el césped y Barbara encima, en postura de sesenta y nueve, y se empezasen a comer sus coños hasta lubricarlos totalmente, y a mí me dijeron que me pusiese detrás de Barbara besándola la espalda, ambos cachetes e incluso que le diese algún que otro lametón en el ojete, y que cuando Mary viese que estaba apunto me cogiese a mí la verga y se la colocase en la entrada del chocho para que yo rematase el trabajo.
Así lo hicimos, y yo primero con cierto reparo y poco a poco con menos dudas, fui dándole besitos en su espalda, en los huesos de su espina dorsal, en los cachetes, lametones en los bordes de su ano y al final en mitad de su ojete y me fui dando cuenta que a pelirroja le empezaba a gustar, por lo que empecé a jugar también con mi dedo pulgar en su culito, entre lametón y lametón le acariciaba con mi dedo y su esfínter poco a poco se iba dilatando ...