Mis odiosas hijastras (7)
Fecha: 16/04/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos
... cuando yo todavía iba al colegio.
Tragué saliva, nervioso. Había llegado a la conclusión de que ella recordaba aquel suceso, pero no se me había ocurrido que me iba a salir con eso justo en ese momento.
—No te estaba persiguiendo por los pasillos —dije—. Creo recordar que simplemente te encontré en una de las góndolas.
Por supuesto, eso no era del todo cierto. Si bien no la perseguí por el local, eso fue simplemente por el hecho de que me resultó muy fácil encontrarla. Por otra parte, en realidad la venía persiguiendo desde que me la había cruzado en la calle con sus compañeras de escuela. El impacto que me había causado había sido tal, que dejé las compras que acababa de hacer en casa, y volví al mercado enseguida, con la excusa de que me había olvidado de comprar alguna cosa, cando lo único que quería era verla de cerca, respirar su mismo aire, y quizás, hablarle.
—Además… —agregué después, tratando de encontrar las palabras que me sacaran de esa situación incómoda—. Además, lo único que hice fue saludarte, y preguntarte tu nombre. No fue mi intención molestarte.
Valu abrió los ojos bien grandes, como si no pudiera creer lo que estaba oyendo. En efecto, mi justificación era muy pobre, eso no lo podía negar. Había abordado a una adolescente sin siquiera estar seguro de si contaba con la mayoría de edad (aunque luego me enteraría de que ya contaba con dieciocho años).Por más que mis palabras habían sido inocentes, estaba claro que pretendía ...
... seducirla.
—Bueno, digamos que el uniforme escolar te tendría que haber inclinado a pensar que era chiquita ¿No?
—Bueno… sí… pero es que…
Pendeja de mierda, pensé para mí. No tenía nada que decir que me sacara de ese pozo de vergüenza en el que había caído. Me quise levantar a una nena que luego resultó ser la hija de mi pareja. Así estaban las cosas. Pero ¿por qué me salía hasta ahora con eso? Había tenido tantas oportunidades para eso…
—¿Andás por la vida persiguiendo a colegialas? —me preguntó, con el semblante serio—. A algunos tipos les obsesionan el uniforme. La pollerita cortita. Las piernas desnudas. Las chicas que ya están cerquita de convertirse en mujeres, pero en realidad no lo son, la piel suavecita… ¿Sos un pervertido Adri?
—No digas tonterías. Con vos fue la primera vez que lo hice. Y ya te digo, estaba seguro de que eras mayor de edad. No
quise molestarte. Además, si hubiera sabido que eras la hija de Mariel…
—Si hubieras sabido eso ¿Qué? Si de todas formas todavía no eras novio de mami ¿cierto?
—Sí, lo que quiero decir es que…
Era increíble que la situación hubiera dado un giro como ese. Se suponía que yo la tenía que estar interrogando sutilmente, para por fin descubrir la verdad de todo lo extraño que había sucedido, pero en cambio era yo el que le respondía a ella. y mientras lo hacía, no podía evitar que mi voz reflejara mi nerviosismo. Me sentía patético, buscando excusas para no quedar como un degenerado frente a esa mocosa.
Entonces Valen ...