FOLLAMATRIX - Capítulo 5: Mi primer polvo real. - Relatos Eróticos

FOLLAMATRIX - Capítulo 5: Mi primer polvo real.

... Apenas distinguía cómo mi polla entraba y salía de su coño, y sin embargo sentí que no me hacía falta. Nunca había sentido un placer como aquel.

Al cabo de un buen rato de empujar con ganas contra su culo recosté mi cuerpo sobre el suyo, y empecé a lamerle y besarle la espalda mientras le cogía las tetas desde atrás para sobarlas y aplastarlas entre mis dedos. Fui paseando mi lengua y mis labios por toda la parte superior de su espalda mientras magreaba aquellos firmes y deliciosos pechos, y tuve que sacar la polla para poder seguir bajando por su espina dorsal. Pronto llegué hasta su hermoso culo, y le recorrí ambos cachetes en una espiral de mordiscos y lametones, desde fuera hasta dentro, hasta desembocar en el agujero de su ano. Tras lamerlo durante unos instantes y hundir en él la punta de mi lengua en repetidas ocasiones, seguí el camino hacia su coño con un intenso lametón; planté la boca sobre los resbaladizos y calientes labios y succioné con fuerza. Después jugué con mi lengua en sus entrañas durante unos deliciosos instantes, para levantarme y hundir mi polla de nuevo hasta lo más hondo de Rhena. Me la follé con más fuerza aún, sin parar un segundo, arrancando gemidos y gritos de placer de Rhena y mezclándolos con los míos.

Me la estuve follando desde atrás durante bastante tiempo, sacándosela de vez en cuando para restregar el capullo contra su clítoris y escuchar cómo su voz parecía derretirse de placer. A veces golpeaba la polla contra sus nalgas, ...

... haciéndolas temblar, e incluso le daba algún azote que otro mientras la penetraba con fuerza, algo que no pareció disgustarle en absoluto. Tras un buen rato así, ella me dijo que me apartase un poco, y se colocó de nuevo boca arriba sobre la mesa, abriendo bien las piernas y ofreciéndome una vez más su coño.

—Así podrás ver mejor cómo tu polla entra en mí… como a ti te gusta.

Era cierto que dentro de Follamatrix me encantaba contemplar el momento de la penetración, y recrearme en cómo mi polla entraba y salía mientras follaba. Aunque estaba disfrutando como nunca, aquello me hizo vivir aún más intensamente el momento. Pero me di cuenta de que no necesitaba una luz más intensa, ni hacer zoom para ver más de cerca cómo mi prepucio se abría camino entre sus deliciosos labios. Lo observé tal cual, aunque eso sí, avancé muy despacio. Mientras la penetraba lentamente enterré los dedos en su felpudo y jugué con aquel oscuro y rizado vello, que estaba algo pegajoso a causa del licor que Rhena se había echado por encima. Me llevé los dedos a la boca y los lamí, notando los restos del dulce líquido. Después, bien mojados, los llevé hasta su clítoris y empecé a frotarlo en círculos mientras me la iba follando cada vez más rápido.

Sin duda disfruté de la imagen de mi rabo entrando y saliendo a toda velocidad del empapado chocho de Rhena, pero lo hice aún más de las sensaciones que acompañaban a esa escena. A veces dejaba la polla hundida hasta el fondo y movía mis caderas en círculos, ...